Sei He Ki es el segundo símbolo presentado en el segundo nivel del Reiki tradicional. Su función es muy distinta al del símbolo de Cho Ku Rei. Sei He Ki nos permite entrar en el plano emocional y mental de la persona. Su significado es “Todo lo que está arriba está abajo” equivalente al axioma del Kybalión “Como es arriba es abajo”. También puede ser expresado como “reunión de Dios con el hombre”, o ” la llave de Universo,” o ” el cielo y la tierra se unen”.

Una forma de saber si posiblemente trabajes emociones en alguna sesión es mediante una pequeña charla que tengas al inicio de la sesión donde puedes preguntarle a la persona cómo se siente, si trae algún padecimiento o molestia que quiera trabajar. También, en ese momento puedes indagar sobre su estado emocional. Esas breves preguntas, antes del tratamiento, que pueden durar unos pocos minutos, te permitirán saber si podrías estar tratando emociones en esa sesión.
Aún cuando la persona diga sentirse muy bien y estable es muy probable que al estar haciendo la sesión de reiki en algún punto surja una emoción. En realidad, todo nuestro cuerpo, cada una de sus células tiene una memoria emocional. Puede que la misma persona se sienta muy bien e ignore que lleva una emoción a flor de piel, y a veces basta mover un poco la energía para que la emoción fluya. Otras, tal vez la emoción haya estado guardada en algún rincón muy profundo del cuerpo, sin embargo, precisamente en ese día surge debido a la energía y sabiduría del reiki.
El Sei He Ki actúa sobre el cuerpo emocional y mental y armoniza los dos hemisferios del cerebro, derecho e izquierdo. Tiene varias aplicaciones. Estas son algunas de ellas:

• Uno de los más importantes es para cambiar o eliminar un hábito o costumbre, como por ejemplo fumar, adicción al alcohol, drogas, comer en exceso, etcétera.
• Ayuda a suavizar conflictos amorosos, laborales, familiares, etc. y promueve la paz y la armonía.
• Favorece toda actividad relacionada con el estudio, la memoria, la meditación. Es el más adecuado para ayudar a una persona que tiene que pasar exámenes.
• Libera emociones que están ancladas en el tiempo y por tanto no resueltas.
• Alivia y elimina los dolores de cabeza derivados de estados de estrés, cansancio, bloqueos mentales…
• Es un símbolo de protección mental y emocional que ayuda a la hora de enfrentarse a circunstancias conflictivas o discusiones.

Para usar este símbolo hay que estar iniciado en segundo nivel de Reiki. Se comienza la sesión pidiendo permiso y conectándose con la energía tal y como se te ha enseñado. Después de limpiar el aura de la persona empleas el símbolo Cho Ku Rei, para activar y potenciar la conexión. Dibujas, con la mano dominante, el Sei Hei Ki sobre el chakra coronario de la persona receptora y repites el mantra tres veces. También es conveniente decir mentalmente o en voz alta, tres veces, una afirmación positiva para el problema o cuestión que vamos a tratar, por ejemplo: mi salud es perfecta, estoy en paz conmigo y con mi familia, voy a conseguir mis objetivos, etc. Después continúa la sesión tal como lo has aprendido. Presta especial atención al chakra corazón y al plexo solar que son los centros energéticos que gestionan más cuestiones de índole emocional. Por lo que es conveniente volver a trazar el símbolo sobre esos centros (chakra hipogástrico y chakra del corazón) cuando hagas el tratamiento sobre ellos.

Para detectar una emoción deberás estar atenta a la persona que estás tratando. En muchas ocasiones la persona simplemente se relaja y se duerme. Pero puede darse el caso que la persona comience a llorar, o presente algún pequeño cambio en su cuerpo, tal vez un temblor, un tic o cierta incomodidad.
Cuando veamos que esto sucede es cuando podemos dibujar el símbolo y decirlo mentalmente sobre el área que estamos trabajando en ese momento. O bien podemos sentir que la emoción no está focalizada en algún punto, en cuyo caso podemos visualizar el símbolo abarcando toda el aura, o el cuerpo de la persona. Tal vez también sientas la necesidad de permanecer más tiempo en ese lugar que has tocado. Quédate ahí acompañando a la persona, hasta que sientas que la emoción se ha desbloqueado y se ha expresado, y que ya puedes continuar con el tratamiento.
En vista de que la mayoría no somos psicólogos no pretenderemos darle una terapia a la persona, nuestro papel deberá limitarse a acompañar a la persona y permitirle que exprese la emoción que ha contactado, sin emitir ningún juicio ni comentario. Cuando mucho se podrá invitar a la persona a expresar la emoción, ya sea llanto, grito, o incluso dejarla que hable sobre el recuerdo o experiencia asociada a la emoción. En este papel de acompañantes debemos evitar dar consejos o expresar elaboradas teorías, bastará tal vez alguna frase como “Deja que salga el dolor.” “Estoy contigo.” o “Ahora estás sanando esa herida.”; siempre y cuando realmente sientas las palabras que estás expresando; y siempre hacerlo con amor, humildad y respeto hacia la persona y su ser. Las emociones pueden quedar grabadas prácticamente en cualquier parte del cuerpo, y a veces, aparecen en las zonas menos esperadas, incluso en una pierna o en un codo.
Sin embargo, la experiencia nos dice que ciertos órganos tienden a guardar una emoción específica, sin ser esto una regla que se cumpla en el 100% de los casos.
Pero antes hacemos mención de un órgano en especial, el cual es quizá el centro más importante de las energías emocionales, nos referimos al corazón. De alguna manera, el corazón es como una puerta que nos permite entrar a las emociones que se puedan encontrar en alguna otra parte, o digamos que hay una conexión entre cada parte del cuerpo y el corazón. Sobre todo, lo mencionamos para que al tratar este órgano estemos muy atentos al surgimiento de alguna emoción.

• Garganta – lo que no se pudo decir: (grito de miedo, llanto de tristeza, palabras de despedida…)
• Cuello – tortícolis, incapacidad de mirar alternativas
• Corazón – centro de todas las emociones, en particular amor, empatía, enamoramiento, despecho
• Hombros – cargar demasiadas responsabilidades o trabajo
• Pulmones – tristeza, culpa
• Hígado y vesícula – ira, coraje
• Páncreas – preocupación, aprensión, ideas obsesivas
• Estómago – desagrado, asco, no poder “tragar” algo o alguna situación
• Intestinos – discriminación, enjuiciamiento hacia uno mismo o los demás
• Órganos sexuales – placer, culpa
• Piernas – padres, soporte
• Rodillas – exigencia, rigidez
• Pies – enraizamiento, ancestros

Hacemos hincapié que esta breve lista solo da una idea general de las emociones que pudieran estar asociadas con alguna parte del cuerpo, sin embargo, pero no significa que en todos los casos se cumplan las correspondencias.

Te recomendamos realizar los siguientes ejercicios:
1. Dibuja o pinta el símbolo Sei He Ki en hojas cartas en distintos colores.
2. Medita visualizando el símbolo 5 minutos por un mínimo de 21 días.
3. Aplícalo en tus sesiones de Reiki siguiendo las sugerencias que presentamos en la lección.
4. Responde la evaluación para comprobar tus conocimientos teóricos.

Evaluación 3

Lección 4