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Unidad III Lección 7
El sistema circulatorio es el encargado de llevar la sangre a cada tejido del cuerpo, transportando los nutrientes, el oxígeno y eliminando las sustancias de desecho. A grandes rasgos está formado por una red de vasos sanguíneos que son las arterias, capilares y venas; además de una bomba impelente que es el corazón. Para más detalles sobre el sistema circulatorio recomendamos estudiar el curso de Anatomía, fisiología y salud presentado en la plataforma de cursos: ashrami.net.
El suministro de oxígeno y nutrientes es vital para mantener con vida todas las células de nuestro cuerpo, ya que la falta de sangre en algún tejido, condición conocida como isquemia, después de escasos minutos comienza a causar un daño o la muerte de las células. Para mantener saludable el sistema cardiovascular es importante practicar los puntos básicos de la vida saludable que son: buena alimentación, ejercicio y control del estrés.
La proliferación de patógenos, que es la condición que señalaba el Dr. Goiz, en principio es debida al desbalance energético, que su vez se puede controlar si se practican los puntos antes mencionados.
La guía de biomagnetismo cuenta con una lista de los trastornos del sistema cardiovascular, los cuales se pueden ir testeando de uno en uno mediante bioenergética. A continuación damos una descripción de cada uno de ellos y las particularidades que el terapeuta debe tener en consideración.
Espasmo
El espasmo es una contracción involuntaria de algún músculo, ya sea liso o estriado. El espasmo intestinal que afecta al aparato digestivo alterando la digestión, produciendo lo que llamamos cólicos. Los calambres son un tipo de espasmo de los músculos esqueléticos, o voluntarios; mientras que el vaginismo es una contracción involuntaria de los músculos de la vagina.
Ya que los vasos sanguíneos están compuestos por músculo liso también pueden sufrir espasmos reduciendo o impidiendo el flujo de sangre en cierta zona. Dependiendo la zona del cuerpo serán los síntomas que se presenten. Si el espasmo se da en las arterias que irrigan algún ojo, se presentará como algún tipo de trastorno o ceguera temporal. En forma similar si afecta al oído podría causar sordera, y al afectar el cerebro produce migraña. El espasmo de la arteria coronaria puede comprometer la irrigación sanguínea del corazón y provocar un infarto al miocardio (músculo cardiaco).
Los espasmos pueden estar asociados a enfermedades de tipo autoinmune como el Lupus Eritematoso Sistémico. El estrés también es un factor que favorece la presencia de espasmos. La aspirina puede ayudar a evitarlos, pero deberá preguntarse por bioenergética si esa sustancia conviene al paciente. Colocar el polo negativo del imán en la zona afectada con riñón (+) también puede ser de alivio.
Hemorragias
El sistema circulatorio, es un sistema cerrado, es decir que la sangre únicamente circula dentro de los vasos sanguíneos. El intercambio de gases y sustancias se da en los capilares, que son los conductos más pequeños con que cuenta el sistema y además tiene las paredes más delgadas conformadas por una sola capa: la túnica íntima. Mientras que las arterias y venas cuentan con tres capas: túnicas íntima, media y externa.
Las hemorragias ocurren cuando se dañan los vasos sanguíneos permitiendo que la sangre salga hacia los tejidos o hacia el exterior del cuerpo. La forma en que el cuerpo trata de controlar la hemorragia es creando un coágulo, para lo cual intervienen las plaquetas. El nivel adecuado de este tipo de células sanguíneas es vital para poder controlar una hemorragia o para evitar que se forman trombos que puedan bloquear la irrigación sanguínea en algún tejido.
Las hemorragias se clasifican como:
Cuando la pérdida de sangre es profusa o severa puede poner en riesgo la vida de la persona, por lo que deberá ser atendida en forma inmediata con primeros auxilios mientras acude el personal médico. Esto ocurre regularmente por accidentes o ataques con armas.
Primeros auxilios
Cómo primera medida hacer presión sobre la herida (para no infectarla utilice una gaza esterilizada, o en su defecto un paño limpio). También se puede levantar la extremidad o parte del cuerpo que haya sufrido la herida por encima del nivel del corazón. Incluso practicar las dos técnicas en forma simultánea.
En la mayoría de los casos esto disminuirá o detendrá la hemorragia. Las plaquetas se encargarán de formar un coagulo que detendrá el flujo sanguíneo, a menos que la persona tenga una enfermedad o condición que afecte la circulación normal de la sangre o la herida por su tamaño no permita que la sangre coagule.
Un torniquete se aplicará sólo en casos extremos cuando realmente la vida de la persona esté en inminente peligro, ya que al detener la circulación se corre el riesgo de que los tejidos sufran necrosis.
Choque hemorrágico
También llamado choque hipovolémico ocurre cuando el cuerpo pierde más de un 20% del volumen de sangre. El corazón es incapaz de bombear suficiente sangre a los tejidos y los órganos y células comienzan a sufrir la falta de oxígeno. Se presenta con síntomas como:
Si no se hace una intervención médica para controlar la hemorragia o se realiza una trasfusión de sangre, la persona puede morir en cuestión de minutos.
Hemorragias internas
Las hemorragias internas muchas veces son más difíciles de detectar. Se pueden detectar palpando cada parte del cuerpo, buscando posibles lesiones e inflamaciones. También se podrá hacer mediante la bioenergética. De cualquier forma, los estudios y tratamientos médicos siempre son necesarios. Las imágenes con rayos X ayudarán a determinar si se requiere algún tipo de intervención médica como pudiera ser una cirugía de emergencia.
Los hematomas son tipos de hemorragias de menor riesgo que regularmente no requieren intervención médica.
La embolia o accidente cerebrovascular también es un tipo de hemorragia interna que afecta al cerebro. Hablaremos un poco más de ella más adelante.
Las hemorragias internas también pueden presentare a causa de enfermedades que debiliten las paredes de los vasos sanguíneos como algunos tipos de cáncer, diabetes u otras enfermedades crónico-degenerativas; o por la rotura de algún aneurisma.
Hemorragias exteriorizadas
Son aquellas que se presentan a través de algún orificio natural del cuerpo como puede ser la boca (vómito sanguinolento o sangrado de encías), Los ojos, oídos, las mamas, la vagina, la uretra o el recto. Las hemorragias del tubo digestivo en la mayoría de los casos son causadas por enfermedades crónico-degenerativas del sistema digestivo. En todos los casos puede presentarse anemia (deficiencia de hierro en la sangre).
Hematoma
Un hematoma es consecuencia de una hemorragia interna, lo que comúnmente conocemos como “moretón”. Al romperse los capilares la sangre fluye hacia los músculos y capas de la piel, en poco tiempo se coagula tomando el color morado característico. Por lo regular la sangre se va reabsorbiendo y el tejido se va recuperando con el tiempo. El par lesión – riñón puede acelerar el proceso de recuperación y disminuir la inflamación y el dolor.
Trombos
Las Plaquetas forman parte de la composición de la sangre, su función es ayudar a formar coágulos. El nivel normal de plaquetas está entre 150,000 a 400,000 por microlitro de sangre (mcL). Un exceso de plaquetas crea coágulos o trombos que pueden obstruir el torrente sanguíneo en alguna región del sistema circulatorio, por el contrario, la disminución de plaquetas retarda el proceso de coagulación que es necesario en caso de sufrir alguna hemorragia o herida.
El par ombligo - ombligo se combina con esternón - suprarrenal, con ellos se ayuda a disolver los trombos en la sangre.
Aneurisma
Es una protuberancia anormal en un vaso sanguíneo. Se calcula que 1 de cada 50 personas tienen un aneurisma (0.5% en Estados Unidos) y la mayoría de ellos no lo saben ya que por lo regular no presentan síntomas. De presentar algún síntoma estos pueden ser:
dolores de cabeza, mareos, pérdida momentánea de atención, fallas en la memoria, entre otros. En este tipo de malformaciones las paredes del vaso sanguíneo se van debilitando con el paso del tiempo por lo pueden romperse y provocar una hemorragia.
Si esto ocurre en el cerebro puede causar un ictus hemorrágico, que puede causar la muerte en pocos minutos. Las personas que sobreviven usualmente tendrán algún tipo de discapacidad debido a la pérdida de ciertas funciones cerebrales, dependiendo del área dañada.
Estos son los factores de riesgo identificados hasta la fecha:
Tratamiento con biomagnetismo
Realmente no tenemos noticia de resultados exitosos con biomagnetismo, por lo que la primera sugerencia es que la persona continúe con sus estudios médicos y de ser necesaria una cirugía que se practique ya que el aneurisma puede romperse en cualquier momento, especialmente peligroso si se encuentra en el cerebro. Sin embargo, con bioenergética podemos hacer algunas preguntas que pueden servir de gran ayuda como:
Los pares aneurisma – riñón o gen – aneurisma podrán ser de ayuda, pero no tenemos reportes exitosos al respecto, por lo que habrá de preguntar con bioenergética. El testeo y tratamiento completo de biomagnetismo también puede ser de gran ayuda ya que, al mejorar la condición del cuerpo en forma sistémica, también se reduce el riesgo de un rompimiento de las paredes de los vasos sanguíneos. Se debe recomendar a la persona mejorar sus hábitos de vida: ejercicio moderado, alimentación sana ya que al evitar la hipertensión arterial también se reducen los riesgos. Evitar los ejercicios intensos o actividades bruscas o que impliquen riesgo de accidente.
Infarto cerebral
Daño cerebral (accidente cerebrovascular). Principalmente puede deberse a dos causas:
- Ictus isquémico, embolia o infarto cerebral, que consiste en una disminución considerable del flujo sanguíneo a cierta parte del cerebro.
- Ictus hemorrágico o derrame cerebral como consecuencia de la ruptura de algún vaso sanguíneo.
En ambos casos la zona afectada del cerebro depende de la localización del trastorno cerebrovascular; lo que puede llevar a la pérdida de las funciones cerebrales como funciones cognitivas: memoria, lenguaje, etc. funciones sensitivas: audición, vista, etc. Muy comunes son los trastornos motores.
El Ictus isquémico puede deberse a varios factores como la disminución de la luz de las arterias debido a arterosclerosis, estenosis, trombosis, émbolo, anormalidad de eritrocitos. También puede deberse a otros factores como quistes, abscesos o tumores que presionen las arterias desde el exterior (del sistema vascular).
En el caso del ictus hemorrágico, las principales causas son un pico hipertensivo (hipertensión arterial) o un aneurisma o protuberancia de un vaso sanguíneo que eventualmente puede romperse y causar hemorragia en el cerebro.
La causa más común es la hipertensión arterial, otros factores como golpes o factores congénitos (aneurisma) pueden favorecerlo.
Síntomas
Si observa dificultad para levantar ambos brazos, coordinar sus movimientos corporales y/o dificultad para hablar, mover la lengua o articular los músculos fasciales, es muy probable que sufra algún tipo de accidente cerebrovascular. La atención inmediata por un especialista es indispensable y puede reducir en gran medida los daños al cerebro.
Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com
