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Sistema Respiratorio: Lección 2

 

video Lección 2

 

Vías respiratorias superiores

El intercambio de gases con el medio externo se da a través de la nariz la cual está formada por el hueso y el cartílago. Está dividida en dos fosas nasales mediante el tabique nasal, Al interior de la nariz tenemos la cavidad nasal que en su parte inferior está bordeada por el hueso maxilar y el hueso palatino que la separa del paladar de la boca. Por arriba de la cavidad nasal tenemos el hueso esfenoides. En las fosas nasales tenemos una serie de vellosidades que sirven como filtro para impedir que penetren partículas que pudieran estar suspendidas en el aire. Además, las paredes de la cavidad nasal secretan la mucosidad que también tiene como objetivo el expulsar cualquier impureza para que no ingrese al aparato respiratorio. A cada costado tenemos los cornetes superior, medio e inferior: estas protuberancias regulan la temperatura del aire antes de que continúe descendiendo por el organismo. Por lo tanto, no es recomendable respirar por la boca, ya que no ha sido diseñada para tal fin. No debemos olvidar que en la parte superior de la cavidad nasal también se encuentran las células olfatorias y el bulbo olfatorio que ya hemos descrito en la lección de los sentidos.

La faringe

A continuación, tenemos la faringe que es un tubo que también comunica con la boca, por lo que en ella puede transitar tanto al aire proveniente de la nariz, como el bolo alimenticio proveniente de la boca. El paladar blando ayuda a dirigir los alimentos hacia el esófago. En la parte superior también tenemos los orificios donde terminan las trompas de Eustaquio, recordemos que estos canales conectan con los oídos y sirven para regular los cambios de presión dentro del oído medio.

La laringe

En la parte inferior, la faringe se bifurca, por un lado, conduciendo al esófago, encargado de llevar el bolo alimenticio hacia el estómago. Mientras que anterior al esófago, a la altura de la tercera cervical, tenemos la laringe que es la continuación del aparato respiratorio. La laringe está formada por una serie de músculos y cartílagos. Los músculos se dividen extrínsecos e intrínsecos. Los primeros son externos y sirven para elevar o deprimir la laringe, mientras que los intrísecos son internos.
Los cartílagos que conforman la laringe son 3 impares: cricoides, tiroides y epiglotis, y tres pares: aritenoide, corniculado y cuneiforme; dando un total de 9 cartílagos. La epiglotis es uno de los cartílagos, y sirve como válvula: se cierra en forma involuntaria al momento de la deglución, es decir, al tragar alimentos. Esto evita que los alimentos se dirijan al aparato respiratorio.
La laringe se divide en tres porciones: vestíbulo, parte media y cavidad infraglótica. En la glotis es donde se encuentran las cuerdas vocales: 2 falsas y 2 verdaderas que son las que nos permiten emitir sonidos, es decir, la fonación. Los músculos permiten separar las cuerdas vocales (abducir) o juntarlas (aducir), ya sea al hablar o al deglutir. Las cuerdas vocales también pueden cambiar su longitud para producir sonidos graves o agudos. La fonación también se vale de la posición de la lengua, la mandíbula, los dientes y los labios para producir los diversos sonidos.
La inflamación de la laringe puede impedir el funcionamiento de las cuerdas vocales haciendo que la voz suene más ronca o que no sea posible emitir sonidos, trastorno que se conoce como afonía.
A la altura de la sexta cervical la laringe da paso a la tráquea que ya forma parte de las vías respiratorias inferiores.

Dato curioso

Los niños mayores y los adultos no pueden respirar y tragar al mismo tiempo. Sin embargo, los bebés lo pueden hacer debido a que su laringe se encuentra en una posición más elevada, lo que les permite beber leche y respirar al mismo tiempo. Esta habilidad se pierde entre los 2 a los 6 años.

 

Lección 3

 


 

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