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Sistema Óseo: Lección 4

 

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Huesos de la cabeza

El cráneo está formado por una serie de huesos que dan soporte a los órganos y tejidos de la cabeza, principalmente al cerebro. También tenemos los maxilares superiores e inferiores donde se encuentran las encías, que sirven de soporte a la dentadura.
El cráneo está formado por el hueso frontal (al frente) el occipital (detrás) y dos parietales y temporales a los lados. El rostro está formado por una serie de huesos más pequeños y la mandíbula es un hueso aparte del cráneo.

La columna vertebral

La columna vertebral consta de 22 vértebras, de arriba abajo tenemos 7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 4 vertebras del sacro y las coxígeas. Esta columna de huesos tiene varias funciones: una es soportar el peso del tronco y la cabeza y al mismo tiempo ser flexible y permitir distintos tipos de movimiento. Esto se logra a través de un complejo sistema donde intervienen las vértebras, que trabajan junto con las articulaciones formadas por los discos intervertebrales que son cartilaginosos, los ligamentos y los músculos. Entre todos ellos le dan fuerza, resistencia, flexibilidad al eje de nuestro cuerpo.
Cada vértebra está compuesta por un cuerpo, que es el que sostiene el peso del tronco y la cabeza; del cuerpo se proyectan distintas extensiones óseas llamadas procesos o apófisis, que sirven como puntos de inserción para los distintos músculos y tendones que corren a lo largo y ancho de la espalda. En la parte posterior del cuerpo de las cervicales, dorsales y lumbares se forma un hueco cilíndrico que sirve de espacio para la médula espinal. La médula espinal recorre la columna desde el encéfalo hasta la pelvis y forma parte del nervioso central.
Entre cada una de las vértebras salen nervios desde la médula y llevan y traen información los distintos órganos y músculos del cuerpo. Estos nervios se pueden ver afectados cuando los espacios intervertebrales se inflaman, se contraen o hay dislocación de las vértebras. El sobrepeso, algún movimiento brusco, el exceso de tensión muscular, o algún accidente pueden ser las causas de este tipo de alteraciones, así como una infección local que pueda inflamar los tejidos.

La columna vertebral ha evolucionado desde los primeros peces, pasando por los anfibios, reptiles, mamíferos, hasta llegar al hombre, donde ha tenido que adaptarse de las especies cuadrúpedas a la bipedestación. El cuerpo logra mantener la postura erguida y el equilibro gracias a toda una serie de músculos que recorren el tronco y el cuello, los cuales se fortalecen todos los días al caminar, hacer ejercicio o simplemente permanecer sentados. Sin embargo, las malas posturas o la falta de ejercicio pueden llevar a desviaciones de la columna como:

  • Sifosis, se forma una “joroba” en la parte alta de la espalda.
  • Lordosis, la cintura tiene a formar una curva muy pronunciada hacia el frente, proyectando el abdomen hacia afuera.
  • Escoliosis, es una desviación lateral de la columna.

Algunos de los hábitos que se deben evitar son:

  • Sentarse encorvado para ver la televisión o leer.
  • Usar zapatos con tacones demasiado altos
  • Cargar objetos pesados o cargar el bolso o mochila sobre un solo hombro.

Mientras que los hábitos que nos pueden ayudar a tener una columna sana y alineada hasta una edad avanzada son:

  • Hacer ejercicio con la mayor frecuencia, puede ser una tabla gimnástica con ejercicios especiales para la columna.
  • Practicar yoga, tai-chi o artes marciales
  • Cuidar la alimentación y mantener el peso adecuado

Cuando la desviación de la columna no es muy acentuada se puede corregir con ejercicios especiales; de lo contrario el ortopedista podrá recomendar otras medidas.

 

Lección 5

 


 

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