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El tronco está formado por la columna vertebral que ya hemos estudiado, por el tórax y la pelvis.
En el tórax tenemos la caja torácica, formada el esternón al frente y 12 costillas de cada lado, las dos inferiores son flotantes, es decir que no se unen al esternón. Además, tenemos las clavículas y escápulas que sirven de soporte a los brazos. La principal función de la caja torácica es dar soporte y proteger a los órganos del pecho que son los pulmones, corazón y la glándula timo, principalmente. Esta parte corresponde a las vértebras dorsales.
En la zona media, por debajo del diafragma, tenemos una parte más desprotegida donde se encuentra el hígado, el bazo, el páncreas, el estómago y debajo de estos órganos están los intestinos delgado y grueso. Esta parte corresponde a las vértebras lumbares.
En la parte inferior del tronco tenemos la pelvis formada por el sacro y el coxis, los iliones, isquiones y el pubis; este grupo de huesos forma una especie de cuenco donde se alojan los órganos del bajo vientre que vienen siendo los órganos sexuales, la vejiga y parte de los intestinos.
Las extremidades superiores están formadas por la clavícula, la escápula o patela que sirven de soporte al brazo. La escápula es un hueso plano que “flota” sobre la espalda. El húmero forma el brazo. El radio y cúbito forman el antebrazo. La mano está formada por 27 huesos: 8 carpianos, 5 metacarpianos y 14 falanges.
Las extremidades inferiores están formadas por el fémur, la rótula, la tibia y el peroné. En el pie tenemos 26 huesos. El talón también llamado retropié, está formado por el calcáneo, y el astrágalo. La parte media del pie (mediopie) contiene 5 huesos: escafoides o navicular, cuboides y tres cuñas. Y el antepie está formado por 5 metatarsos y 14 falanges, que forman los dedos de los pies. Por cierto, que los dedos de los pies se llaman dedo 1 o gordo, dedo 2, dedo 3, dedo 4 y dedo 5 (el más pequeño).
Para mantener los pies en óptimas condiciones es importante usar el calzado adecuado. Evitar los tacones altos, que además de deformar el pie alteran toda la postura del cuerpo. Se debe elegir un calzado que no sea muy estrecho o demasiado holgado. El caminar descalzo ya sea en casa en el césped pude ser una buena terapia para fortalecer los pies. Si queremos consentirlos después de una jornada de trabajo extenuante podemos regalarles un masaje o automasaje de unos 10 a 20 minutos de duración.
