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Sistema Óseo: Lección 2

 

video Lección 2

 

Composición del tejido óseo

Aun cuando los veamos como estructuras rígidas y sin movimiento, en realidad los huesos son tejidos vivos, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo que también tienen riego sanguíneo y sus células se están regenerando constantemente. Además, en ellos se encuentra la mayor cantidad de minerales que tiene nuestro cuerpo, principalmente calcio y fósforo.
Los osteocitos son las células que forman los huesos. Se podría decir que estas células están “atrapadas” dentro de la capa de minerales que ellas mismas segregan y reabsorben. Ya que la estructura rígida de los huesos no permite el paso de las sustancias nutricionales están llegan a los osteocitos a través de ramificaciones que tienen llamados canalículos calcóforos. De esta forma, Los osteocitos se agrupan formando pequeñas laminillas que en algunas partes se desarrollan en forma concéntrica alrededor de los canales de Havers que corren a lo largo de la longitud del hueso, llevando los vasos sanguíneos a través del tejido óseo. Al conjunto de laminillas concéntricas y al canal de Havers en su centro, recibe el nombre de osteoma.

En el centro los huesos son más porosos, formados por tejido óseo esponjoso; mientras que al ir hacia la periferia se va tornando más rígido: el llamado tejido óseo compacto. Mediante esta estructura porosa y rígida a la vez, el hueso logra la mayor dureza con el menor peso posible. Su consistencia y dureza es igual al de las maderas más rígidas. Todo el hueso está recubierto de una capa externa llamada periostio, que a su vez está formada por dos capas.
Además de los osteositos, que forman más del 90% de las células del hueso también debemos de mencionar dos tipos de células:
Los osteoblastos se encargan de sintetizar, es decir producir la matriz ósea. La matriz ósea es básicamente la parte rígida del hueso que está formada en un 40% por compuestos orgánicos, principalmente por colágeno y el otro 60% está formado por minerales como el calcio y el fósforo.
Los osteoclastos son células multinucleadas que se encargan de la degradación, reabsorción y remodelación del hueso, es decir que mientras los osteoblastos van produciendo la matriz ósea, en otras partes los osteoclastos la destruyen. La continua formación y destrucción de la matriz ósea también permite balancear la cantidad de calcio y fósforo que hay en el cuerpo. Es decir que los huesos también sirven como almacenes de estos minerales.
En los huesos largos, como son los huesos de las extremidades, el fémur, la tibia, el radio, el cúbito, o las clavículas, encontramos un tubo cilíndrico en su centro donde se encuentra la médula ósea. Este tejido se encarga de producir los tres tipos de células sanguíneas a partir de las células madre hematopoyéticas. Las células de la sangre son los glóbulos rojos o eritrocitos, los glóbulos blancos o leucocitos y las plaquetas. De momento sólo las mencionamos ya que al estudiar el sistema circulatorio entraremos más en detalle.
Además, la médula ósea produce los linfocitos que son las células del sistema inmune encargadas de atacar a los organismos patógenos.

 

Lección 3

 


 

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