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Unidad V Lección 1
A partir del desarrollo de la bioenergética en 1993 el Dr. Goiz comenzó a encontrar pares relacionados con trastornos emocionales, que el Dr. Goiz llamó pares psicoemocionales. En poco tiempo el Dr. Goiz fue aumentando la lista de pares para los respectivos trastornos psicoemocionales. Y con el tiempo los biomagnetistas han agregado muchos otros pares a la lista orginal del Dr. Goiz; por ejemplo, para la depresión encontramos hasta 9 pares biomagnéticos.
Además de los pares psicoemocionales del Dr. Goiz, en esta unidad también vamos a estudiar algunos otros enfoques para el trabajo con emociones, por considerarlos de gran interés y complementarios a los pares del Dr. Goiz.
Nos referimos en primer lugar, a la Medicina tradicional china, que desde hace miles de años ha desarrollado un enfoque holístico del cuerpo, las emociones y la salud, lo que nos da una visión muy amplia e interesante de los órganos, en relación de los meridianos de acupuntura, las emociones, las enfermedades y muchos otros aspectos.
Además presentaremos, a vuelo de pájaro, el sistema desarrollado por el Dr. Bradley Nelson llamado el Código de la emoción, ya que es una técnica muy sencilla y que va de la mano del biomagnetismo para el tratamiento de los bloqueos emocionales.
Pero antes daremos una breve introducción para entender la naturaleza de las emociones y como es que se experimentan en nuestros cuerpos.
Qué son las emociones
Todos los humanos hemos experimentado las emociones ¿pero que son? Sabemos que están relacionadas con ideas, con situaciones y cuando llegan provocan una respuesta y una sensación en nuestros cuerpos: La ira hace la sangre hierva, el miedo hace temblar las piernas, mientras que la tristeza provoca lágrimas. Todas las reacciones físicas son provocadas, ya que las emociones se relacionan con sustancias químicas, neurotransmisores que inundan el torrente sanguíneo cuando las experimentamos.
Emociones primarias
La psicología nos ofrece un estudio sobre las emociones ya que forman una parte esencial de la vida anímica y psíquica de los humanos.
Aún cuando existen variados estados emocionales y matices de sentimientos, en realidad solo existe un puñado de emociones básicas o primarias. Las emociones básicas son innatas y universales. Esto quiere decir que todos los humanos ya nacemos con ellas y no dependen de la educación. Las encontramos en los cinco continentes, en todas las culturas, razas y niveles socio-culturales. A la fecha no existe un concenso sobre cuáles son las emociones básicas, pero tomaremos como referencia la siguiente lista:
Todas las emociones, como ya apuntamos provocan una reacción física que se experimenta de diversas formas y en distintas partes del cuerpo. Como vemos, las emociones son respuestas adaptativas ante los estímulos externos. Especialmente los humanos hemos evolucionado para comunicarnos a través de las expresiones faciales, de tal forma que cada emoción provoca una expresión facial (y corporal) en forma automática natural.
Del puñado de emociones básicas con que cuenta todo ser humano se derivan o ramifican toda una serie de emociones secundarias. Por ejemplo, del asco de deriva la decepción, abstinencia, incomodidad, repugnancia, aversión, etc, como lo muestra la gráfica.
En los sentimientos (que son muchos) ya hay una elaboración o mezcla de una serie de emociones, situaciones y juicios. O dicho de otra forma, la emoción es conceptualizada y matizada para crear un estado de ánimo, aquí ya entra en juego la memoria, raciocinio, etcétera. Por lo tanto, los sentimientos son mucho más complejos que las emociones, por mencionar algunos: culpa, vergüenza, nostalgia, venganza, etcétera.
Porqué son importantes las emociones
La evolución ha desarrollado las emociones como una forma de reaccionar ante los estímulos del medio ambiente. No podemos decir que haya emociones malas o buenas, ya que todas nos permiten la supervivencia. El asco o desagrado nos permite alejarnos de aquello que no nos gusta y potencialmente puede dañarnos como un mal olor, una comida descompuesta que en forma refleja escupimos. El vómito también es una reacción refleja ante situaciones asquerosas o desagradables.
El enfado o ira nos permite enfrentarnos a los peligros ya sea peleando o huyendo, también nos permite marcar límites e imponernos ante los demás.
La alegría produce endorfinas que le piden a nuestro cerebro que busque nuevamente ese tipo de estímulos y situaciones ya que se buscará la sensación de recompensa.
Las tristeza nos llevará a evitar situaciones potencialmente dañinas y sobre todo a buscar el apoyo social.
El amor estrecha los lazos de pareja, familiares y sociales. El amor puede se considerado una emoción cuando genera una respuesta física, como es el caso de la pasión, la atracción física, o hasta agrado por una persona (no necesariamente de tipo sexual). La palabra amor tiene muy diversos matices, por lo que podemos decir que también es un sentimiento, que puede ser muy elevado, por cierto, ya que puede incluir altos valores como respeto, compromiso. Lo que sí es cierto es que el amor tiene un elemento indispensable que es la empatía. También tenemos tipos de amor abstractos como el amor a la patria o el amor por toda la humanidad.
Inteligencia emocional
Actualmente, la gestión adecuada de las emociones ha recobrado importancia en el concepto de “inteligencia emocional”. Primero, en 1983 Howard Gardner acuñó el término de "inteligencias múltiples" para describir toda una serie de inteligencias y habilidades con que contamos los seres humanos, además de la inteligencia racional. Algunas de estas inteligencias son la corporal, musical, existencial, interpersonal, entre otras.
Poco después, el psicólogo Daniel Goleman, es quien popularizó el concepto de inteligencia emocional a través de su Best seller con el mismo nombre. En el libro explica las distintas competencias y habilidades que conforman la inteligencia emocional. Como toda inteligencia, el correcto manejo de las emociones nos permite tener mejores relaciones familiares, laborales, y en otros entornos. La inteligencia emocional parte de ser más conscientes primero de las emociones propias, y luego de las de los demás; en base a este conocimiento es que se pueden desarrollar las demás habilidades. Esto nos brinda mayores posibilidades de lograr el éxito en las relaciones y el trabajo y por ende: la felicidad. En recientes estudios se señala que las personas exitosas no son quienes tienen una mayor IQ (inteligencia lógico-matemática) sino aquellas que tienen una mayor inteligencia emocional (empatía, autorregulación, motivación, autoconocimiento...)
Bloqueo de emociones
El problema es cuando las emociones se bloquean, cuando quedan atrapadas en alguna parte de nuestro cuerpo y afectan, tanto nuestra vida anímica, como a nuestro cuerpo. Por que como ya es bien sabido, las emociones, cuando no fluyen en forma natural, o cuando no se expresan debidamente llegan a afectar a nuestro organismo y nuestra salud. De hecho, en la actualidad hay varias escuelas de pensamiento que colocan a las emociones como la principal causa de los trastornos físicos como la Medicina tradicional china, la homeopatía, o la más reciente Nueva medicina germánica. Algunas de ellas las abordaremos en otras lecciones del presente curso.
Trabajo profesional con emociones
Como vemos, el tema de las emociones y los sentimientos es por demás extenso. El trabajo con emociones, para ser realmente efectivo y seguro, debería abordarse por una persona con amplios conocimientos y experiencia en el tema: el psicólogo, o incluso el psiquiatra. Ya que muchas veces no bastarán con encontrar un par y aplicarlo, sino que sería necesario hacer un trabajo de indagación y elaboración.
La indagación es cuestionar sobre el origen de la emoción, el momento y la situación exacta en que se bloqueó la emoción. También se podría preguntar sobre la edad de la persona, las personas involucradas, etcétera. Esto se puede hacer directamente preguntando al consultante, o mediante bioenergética. En algunas ocasiones (las menos) bastará con aplicar el par, desbloquear la emoción y no profundizar más en el tema. Esto también se le puede preguntar al supraconsciente: ¿Es necesario indagar más sobre esta emoción?
La elaboración consiste en todo un trabajo terapéutico, donde el facilitador-terapeuta elabora una serie de preguntas, comenta, retroalimenta y va conduciendo a la persona para que sea más consciente y pueda entender la emoción y la situación en que pudo haber quedado bloqueada. A entender el ¿por qué? y también el ¿para qué? Esto ayudará a resignificar la situación, darle una nueva narrativa; a perdonar, si es necesario.
Todo esto forma parte del proceso. Tal vez el problema emocional está ligado a una relación familiar, a un trauma infantil o alguna otra situación imposible de resolver en una sola sesión. El terapeuta debe poder identificar y valorar cada caso. De ser necesario, podrá dirigir oportunamente al consultante con el tipo de terapia y el profesional más capacitado para ayudarlo. El buscar otro tipo de ayudas no necesariamente significa que el terapeuta carezca de recursos, sino que en muchos casos los apoyos externos resultan complementos indispensables. Algunas opciones pueden ser:
El par biomagnético y la técnica de desbloqueo de emociones del Dr. Bradley Nelson son herramientas muy poderosas y en muchos casos basta una sola sesión, siguiendo los protocolos establecidos para ayudar a mejorar el estado emocional de la persona. Sin embargo, siempre será mejor la atención que podrá prestar un terapeuta que conozca más a fondo el tema de las emociones y los trastornos de la psique, Si no se tienen los estudios de psicología o psiquiatría, al menos darse a la tarea de estudiar sobre estos temas, para poder manejar los conceptos fundamentales y contar con una visión general.
Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com
