Suscribirse

Suscribirse
Login
Intoxicación y envenenamiento

 

Unidad III Lección 1

Definición

La intoxicación o envenenamiento es el efecto perjudicial que se produce cuando una sustancia tóxica se ingiere, inhala o entra en contacto con la piel, los ojos o las membranas mucosas, como las de la boca o la nariz.


Mediante bioenergética podemos indagar de qué tipo de sustancia se trata, para lo cual podemos servirnos de una serie de listas para evitar omitir alguna de ellas. También es importante determinar si se trata de una intoxicación crónica o aguda. Ambas afectan a nuestro cuerpo, especialmente al hígado, quien se encarga de llevar a cabo cientos de reacciones químicas. El páncreas también se ve afectado, especialmente por metales pesados como plomo o mercurio.

Intoxicación aguda

Es cuando la vida de la persona está en riesgo. La intoxicación puede ser accidental, sobre todo cuando se ingieren sustancias dañinas como medicamentos, ácidos, cloro, veneno para animales, entre otros. Los niños son los más propensos a sufrir este tipo de accidentes que se previenen alejando estas sustancias del alcance de los menores, etiquetando correctamente los productos y sobre todo, advirtiendo a los niños sobre estos peligros.
Mientras que el envenenamiento intencional o deliberado se da en caso de intento u homicidio, o de suicidio.
Los síntomas varían según el agente tóxico, pero pueden ser: vómito, dificultad para respirar o asfixia, urticaria (enrojecimiento de la piel), congestión de nariz y ojos, desmayo, para cardiaco.
El par adrenal - adrenal puede ser útil en estos casos de emergencia.

La intoxicación aguda es un caso de emergencia, cada segundo cuenta. Lo primero será identificar si se trata de un caso de intoxicación de acuerdo a los síntomas, a los testigos y a la situación en que se encuentra la persona. Inmediatamente se deberá llamar al número de emergencias (911) o pedir que alguien lo haga mientras usted asiste a la persona. Revisar si la persona tiene signos vitales y si es necesario y posible aplicar reanimación cardiopulmonar. Evitar que la persona siga en contacto con la sustancia tóxica; si se trata de un gas, ventilar el lugar o controlar la fuente del gas como puede ser el escape de un auto (monóxido de carbono) o la fuga de la estufa (gas L.P.). En el caso de un líquido o sustancia cáustica en contacto con la piel, quitar la ropa, lavar con abundante agua. Evitar que usted o alguien más se contamine, mediante el uso de guantes, anteojos, etc.
Es vital que la persona reciba ayuda de paramédicos y atención médica lo antes posible, ya que debido al efecto del tóxico la persona puede requerir de varios medios para mantener la vida como un respirador artificial, lavado intestinal, diuresis alcalina, hemodiálisis, administración de antídotos, entre otros. Solo el personal médico puede administrar tales recursos.

Intoxicación crónica

Es cuando la sustancia nociva entra en contacto en forma continua con nuestro cuerpo, por lo regular se trata de cantidades mínimas, pero que de todas formas van minando la salud del organismo. La intoxicación crónica por lo regular es la más difícil de detectar ya que los síntomas con los que se manifiesta pueden ser de distinta índole desde dolores de cabeza, salpullido, indigestión, depresión del sistema inmune, alteraciones anímicas como depresión, irritabilidad, insomnio, entre muchas otras. Por lo mismo, se requiere de gran intuición y experiencia para poder detectar una intoxicación crónica.

Las sustancias que pueden afectar negativamente al organismo, pueden estar contenidas en los alimentos, en el ambiente, en sustancias que entran en contacto con la piel como cosméticos, jabones, prendas, etc. En la Guía de biomagnetismo encontrará varios artículos que pueden servir de ayuda para detectar las sustancias nocivas más comunes.
La inflamación crónica puede afectar de distintas formas al organismo, desde cuadros de inflamación crónica tipo alergia: cefalea, mareo, somnolencia, alteraciones de la psique (irritabilidad, hiperactividad, depresión...) dolor abdominal, distensión abdominal, alteración gastro-intestinal, gastritis, diarrea, entre otros. Los síntomas pueden confundirse con la intolerancia alimentaria.

Agentes causantes

Diversos agentes pueden ser dañinos para el organismo humano, principalmente alimentos, cosméticos o químicos en el medio ambiente. Mediante bioenergética se puede indagar sobre él, o los agentes causantes:
• Agentes más comunes presentes en alimentos:
mercurio (mariscos, amalgama dental), aluminio (envases), bismuto, colorantes artificiales, conservadores, agroquímicos, insecticidas, herbicidas, plomo (utensilios de cocina), arsénico, medicamentos.

• Drogas y medicamentos
Las drogas pueden ser desde alcohol, tabaco, marihuana… hasta drogas ilegales como cocaína, heroína, metanfetaminas, cristal, crack, por lo que los síntomas pueden ser muy variados según el tipo de droga que se trate.
Mientras que en cuanto a medicamentos la intoxicación se puede dar por ingesta accidental (más común en niños) como por ingesta indebida.
Casi cualquier medicamento, e incluso algunas vitaminas pueden resultar tóxicas si no se administran en forma adecuada, veamos algunas de las más comunes: paracetamol (acetaminofeno), aspirina (ácido acetilacetílico), sedantes como (diazepam), ibuprofeno, todos ellos peligrosos en caso de automedicación.
• Agentes más comunes presentes en el hogar:
detergentes, lejía, amoniaco, colorantes, aromatizantes, pinturas, barnices, pegamentos, solventes, alfombras, tapicería, utensilios de cocina, artículos de limpieza, PVC, asbesto, resina sintética.
• Artículos de higiene personal:
jabones, shampoo, antitranspirantes, lociones, perfumes, fragancias, cosméticos (sombras de ojos, rímel, barniz de uñas).
• Agentes presentes en el medio ambiente:
Formaldehido, partículas suspendidas en el aire (varios compuestos), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), plomo, mercurio, cromo, cadmio.
Los agentes tóxicos varían según el medio ambiente donde viva la persona, mucho más peligroso si se está cerca de un área industrial, los tóxicos pueden llegar a través del aire o de agua contaminada.
• Picaduras o mordeduras:
Además de todos los agentes ya mencionados, algunos animales tienen sustancias tóxicas que usan como mecanismos de defensa como es el caso de varios insectos como las abejas, alacranes, algunas especies de arañas; reptiles como las serpientes, o mamíferos como los ornitorrincos. El envenenamiento en estos casos puede llegar a ser un caso grave que cause un choque anafiláctico, que deberá tratarse en forma similar a una intoxicación aguda.

Exposición a radiación:

Existen muchos tipos de radiación, y de hecho continuamente estamos expuestos a la radiación ya que la luz o las ondas de radio también son un tipo de radiación, en este caso se trata de ondas electromagnéticas. En la naturaleza, en forma natural encontramos la radiación, por ejemplo, la que viene del espacio exterior: los Rayos UV que en su mayoría son filtrados por la atmósfera, radiación que proviene de elementos como el radón, de sustancias artificiales o incluso de las pruebas nucleares o accidentes como el de Chernóbil o Fukushima, que han arrojado radiación a la atmósfera; sin embargo, una vez dispersos, estos niveles son relativamente bajos como para dañar la salud.

La tecnología del mundo moderno, ha traído nuevos tipos de radiación como son las ondas de radio, ondas de redes de telecomunicación (la famosa 5G); así como la radiación que irradian muchos aparatos electrónicos y electrodomésticos como computadoras, pantallas, hornos de microondas, etcétera. Todos ellos pueden llegar a afectar nuestro cuerpo, tal vez en forma sutil, pero constante. Ahora prácticamente todo el tiempo estamos rodeados de contaminación electromagnética. Aún existe debate si este tipo de radiación puede ser nociva para la salud. Con bioenergética podemos preguntar si una persona es particularmente sensible, y si la exposición continua o la cercanía con estas fuentes de radiación le pudiera estar afectando, de alguna manera.
Por otra parte, tenemos los radioisótopos que son elementos que, en forma natural producen radiación, perdiendo pequeñas cantidades de energía a lo largo de sus vidas, hasta que decaen y se convierten en otro elemento. Tal es el caso del radio, el uranio, el radón, y muchos otros. Desafortunadamente, los primeros investigadores que trabajaron con estos elementos no sabían el daño que causaban y lo pagaron con su vida, como la científica María Curie.

En resumen, la radiación puede esta formada por partículas de alta energía alfa, beta o neutrones, así como por ondas electromagnéticas de alta frecuencia: rayos X o gamma. El daño que pueda causar la radiación a un organismo depende de la cantidad de radiación que emita la fuente, la distancia y el tiempo de exposición. Cuando la radiación es muy intensa, ioniza los átomos o moléculas con los que entra en contacto, quitándoles electrones, por lo que se le llama radiación ionizante.
En el caso de las fugas en los reactores nucleares, bastan unos minutos para que se presenten daños en los organismos. Los síntomas de la intoxicación por radiación generalmente se presentan en forma casi inmediata, pero pueden aparecer con el tiempo, o presentarse y desaparecer. Los síntomas incluyen náuseas y vómitos, diarrea, dolor de cabeza, mareos, fatiga, sangrado, pérdida de cabello e hinchazón, irritación y/o quemaduras en la piel. Las dosis muy grandes de radiación pueden causar la muerte. También se llama enfermedad aguda por radiación, enfermedad por radiación, síndrome agudo por radiación o síndrome de enfermedad por radiación.
En otros casos, cuando la intensidad o la duración de la exposición son más moderados, los síntomas pueden tardar más tiempo en aparecer. Es el caso de las personas que estuvieron cerca de las ciudades de Hiroshima o Nagashaki cuando los Estados Unidos atacaron con bombas atómicas. Las personas siguen padeciendo durante décadas los efectos de la radiación, en parte ya que la radiación sigue presente en esos lugares. Las personas pueden tener alteraciones en el aparato digestivo, náuseas, vómito, fatiga, caída de cabello, trastornos en la piel, problemas en tiroides, riñones, hígado, etc.
La radiación, aún en cantidades moderadas puede dañar al feto, especialmente en las primeras 8 semana, alterando el desarrollo cerebral y otros órganos.
La radiación es uno de los factores que puede provocar cáncer ya que puede dañar directamente la molécula de ADN. Si se sospecha este tipo de trastornos puede hacer un testeo bioenergético de los cromosomas.
La radiación ionizante puede ser:

  • Interna: cuando la sustancia radioactiva es ingerida o de alguna forma llega al torrente sanguíneo o a algún tejido.
  • Externa: cuando el material radioactivo se encuentra en el ambiente

Exposiciones más moderadas pero constantes también pueden dañar la salud. Especialmente debemos prestar mayor atención en las siguientes circunstancias:

  • Enfermos sujetos a radioterapia o estudios donde se administran sustancias radiactivas
  • Trabajadores de centrales atómicas
  • Personal médico que utiliza equipos de Rayos-X
  • Manejo industrial de sustancias radioactivas
  • Mantenimiento de antenas de microondas o en líneas eléctricas de alta tensión
  • Astronautas que permanecen por meses en el espacio.

 

Completado

 

Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com

 

Enlaces