Unidad I Lección 6

Telebioenergética es el nombre que dió el Dr. Isaac Goiz Durán al tratamiento a distancia con biomagnetismo, lo cual como recordamos ocurrió por primera vez en 1995 con un paciente que se encontraba en Italia, mientras el Dr. Goiz realizaba el tratamiento desde México.
La Telebioenergética se aplica principalmente cuando el paciente se encuentra en un lugar lejano y el terapeuta no puede asistirlo en forma presencial. En los últimos meses, debido a la pandemia del Covid-19 se ha incrementado el número de tratamientos que se realizan a distancia, hasta tal punto que podríamos decir que en algún momento son más los tratamientos a distancia que los que se hacen en forma presencial.

Un tesoro en tus manos

En el capítulo entendiendo el biomagnetismo explicamos, más a fondo lo que es el supraconsciente, o mente superior, lo cual es necesario para entender lo que es la comunicación con esta entidad, el tipo de preguntas que podemos formular, y las respuestas que podemos obtener. En forma sencilla y con el conocimiento que tenemos podemos decir:
La mente superior o supraconsciente es la entidad que da la respuesta cuando trabajamos con bioenergética. La debemos diferenciar de la mente inferior, la cual es producto de la actividad cerebral y está limitada por la información que captan de nuestros sentidos.
Tal vez la analogía de la computadora personal y el internet nos puedan entender lo que es la mente superior. En esta analogía la mente inferior es como nuestra computadora personal o celular que puede almacenar mucha información y procesarla en forma muy eficiente, lo mismo que nuestro cerebro.

Pero esta capacidad se ve opacada cuando conectamos nuestro dispositivo a la red de internet y entonces la información a la que podemos acceder es prácticamente ilimitada.
La mente superior o supraconsciente es como el internet, nos permite conectarnos con cualquier otra persona (mente inferior) en cualquier lugar del mundo, esto permite la telebioenergética (tratamiento a distancia) así como poder conocer la información de otra persona.
Tal vez es por el hecho de que la humanidad ha podido desarrollar el internet y hacerlo una parte cotidiana de nuestras vidas que esto, de alguna manera, también haya abierto la posibilidad de practicar la bioenergética. De hecho, la curación a distancia ya existía desde siglos atrás. Ya en el nuevo testamento se menciona de muchos casos en que Jesús curaba a los enfermos con solo colocar sus manos, y en algunos casos los enfermos se encontraban en lugares distantes.
El Reiki es una antigua técnica de curación mediante imposición de manos y cuenta con símbolos para realizar tratamientos a distancia que se enseñan en el segundo nivel. El Reiki tiene su origen en escritos muy antiguos del lejano oriente según cuenta su re-descubridor, el Dr. Mikao Usui. Estos conocimientos fueron celosamente guardados por los antiguos sabios, casi cayendo en el olvido, pero en el siglo XX salieron a la luz para formar parte del patrimonio de la humanidad.
En los siglos anteriores la humanidad aún no había alcanzado el estado evolutivo que tenemos actualmente, por eso la curación a distancia estaba reservada para un número muy limitado de seres muy avanzados. Sin embargo, Jesús aseguró “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12) y esos días han llegado. En esta nueva era la humanidad nuevamente está despertando capacidades que habían estado dormidas por largo tiempo, y que nunca antes se habían manifestado a tan gran escala.
La bioenergética pone en nuestras manos una herramienta cuyos alcances son difíciles de imaginar. Lo que antes era un milagro, entendido como un fenómeno que viola las leyes naturales. Ahora se hace algo de la vida cotidiana para quien practica los tratamientos a distancia. Sin embargo, ahora, entendemos que estos fenómenos son posibles, sin violar las leyes naturales, sino en virtud los planos superiores que no se habían estudiado anteriormente, como los campos magnéticos o las propiedades cuánticas del universo que recién comenzamos a comprender.

Elementos para la práctica de la telebioenergética

Para realizar el tratamiento se requiere de un sustituto, que también puede ser llamado antena. El sustituto es otra persona, un voluntario al que se le va a realizar el tratamiento como su fuese el paciente-receptor final. Para hacer una sesión a distancia se deben cumplir los siguientes requisitos.

• El consentimiento de la persona que va a recibir el tratamiento. Ya que no se puede, o no se debe hacer sin que la persona que lo va a recibir esté de acuerdo. En caso de que el receptor sea un menor de edad entonces alguno de los padres o tutores son los que dan la autorización. Otra excepción es cuando el receptor no tiene la capacidad de dar su consentimiento, por ejemplo, si la persona está inconsciente por alguna enfermedad o emergencia médica. O sus facultades mentales no le permiten tomar esta decisión, es decir que no esté en su sano juicio. En esos casos será la persona más cercana o responsable de ella quien deba decidir, como su esposa, madre, padre, etcétera. Pero no puede ser un amigo o pariente lejano quien decida por él (o ella).
• Se requiere a un sustituto o antena, ósea un voluntario que esté dispuesto a cooperar para ayudar al terapeuta a realizar la sesión.
• - El terapeuta contará con todos los elementos que emplea habitualmente en sus sesiones: mesa de trabajo, imanes, etcétera.

Procedimiento

Primeramente, se deberá contar con los datos que puedan identificar a la persona receptora, recordemos que entre más específica sea la información, mejor será la respuesta del supraconsciente. Por lo regular basta el nombre completo de la persona, pero también se puede solicitar la fecha de nacimiento. Ya con estos datos se puede evitar cualquier ambigüedad. También puede ser útil contar con información adicional del paciente como su género, edad, estado de salud en general, situación de salud actual, si cuenta con algún diagnóstico médico, etcétera. Toda esta información nos puede dar pistas para saber qué buscar, qué preguntar y como abordar la sesión: ¿comenzar con algún protocolo? ¿comenzar a tratar un trastorno o patógeno específico? ¿preguntar por algún par especial o psicoemocional?
En el nivel básico de biomagnetismo podemos simplemente realizar un rastreo completo y ya con eso estaremos seguros de haber hecho una buena sesión. De hecho, hay quienes piensan que es mejor no tener información del paciente para no predisponerse y alterar el resultado de los pares que se encuentran. Sin embargo, en bioenergética cambia la situación. Al contar con más información del paciente podemos saber por donde indagar, qué preguntas hacer. Porque con tan solo seguir los protocolos muchas veces el cuerpo no responde, es necesario hacer las preguntas específicas; o incluso algunas veces colocar los imanes directamente en los puntos correspondientes a los pares especiales o psicoemocionales, etcétera, que pensamos deban impactarse.

Regresando a nuestra sesión a distancia. A continuación, el sustituto se recuesta y comenzamos a preguntar al supraconsciente.
¿Esta persona (nombre del sustituto) puede ser la antena para realizar una sesión a distancia a tal persona (aquí se menciona el nombre del paciente y si tenemos su fecha de nacimiento también la incluimos)?
Por lo regular la respuesta es afirmativa. Si la respuesta es negativa podremos preguntar cual es el impedimento o bloqueo y si hay forma de resolverlo. Tal vez la sesión se pueda realizar cambiando de sustituto, en cuyo caso buscaremos otro voluntario. Puede darse el caso que definitivamente el tratamiento no se pueda llevar a cabo, lo cual puede deberse a múltiples factores como que la persona realmente no quiera recibirlo o no sea conveniente o necesario llevar a cabo el tratamiento.
Una vez que obtenemos una respuesta positiva entonces ya podemos comenzar a trabajar con el sustituto. Para lo cual le decimos – ahora tu eres (el nombre del paciente) Dame un sí. – Al obtener la respuesta afirmativa quiere decir que ya establecimos la conexión con el paciente a través del sustituto. Otra forma de corroborar la conexión es pedirle al sustituto que diga – Mi nombre es (nombre del paciente). – si la respuesta es afirmativa quiere decir que la conexión se ha establecido.
A continuación, se lleva a cabo la sesión tal y como si estuviéramos tratando al paciente en forma presencial. Hacemos el testeo y vamos colocando los pares en el cuerpo del sustituto como si fuese el paciente. Al final de hacer el testeo y colocar los imanes por lo regular preguntamos ¿Cuánto tiempo adicional deben permanecer los imanes: 10 minutos? ¿15 minutos? ¿20 minutos? Así determinamos cuánto tiempo más dejar al sustituto bajo los efectos de los campos magnéticos. Podemos tener la seguridad que el tratamiento llegará al receptor y tendrá exactamente el mismo efecto que si la sesión hubiese sido presencial. ¡Esa es la maravilla de la telebioenergética!
Se recomienda que el paciente (receptor final) esté relajado durante el tiempo que dura la sesión, para lo cual se le podrá comunicar la hora en que se hará la sesión y su duración aproximada. Puede escuchar música suave y llevar a cabo una meditación donde se visualice rodeado de luz curativa. Esto último no es estrictamente necesario, de hecho, el paciente puede estar haciendo cualquier actividad; pero en la práctica vemos que tiene un muy buen efecto que el paciente se encuentre en una actitud receptiva y positiva.
Si esto no es posible porque la persona no puede suspender sus actividades en ese momento, no hay que preocuparse porque el tratamiento, de una forma u otra resultará de un gran beneficio. Muchas de las sesiones que hacemos desde México van dirigidas a Europa, así que cuando aquí es la tarde, allá es media noche. No hay problema, si la persona está dormida en el momento de la sesión, es muy buen estado para recibir la energía.

Variantes de la telebioenergética

Otra variante del uso del sustituto es cuando el paciente se encuentra en el mismo lugar, pero por alguna razón no es posible hacerle el tratamiento directamente a él. Este puede ser el caso de un bebé o niño pequeño que esté muy inquieto como para ponerle los imanes, o le caso de un enfermo hospitalizado en terapia intensiva. También en el caso de mujeres embarazadas, sobre todo en las primeras 12 semanas de la gestación, cuando puede ser riesgoso aplicar los imanes físicamente. En ese caso primero preguntamos al supraconsciente si se pueden aplicar los imanes a través de un sustituto.

Recordemos que otra contraindicación para la aplicación de imanes es cuando la persona tiene elementos metálicos o dispositivos electrónicos en su cuerpo. En estos casos también preguntamos si es posible el tratamiento a través de un sustituto. En la mayoría de los casos la respuesta es afirmativa ya que solo la energía curativa llega el receptor, mientras que los posibles efectos adversos de los campos magnéticos no le afectan. ¡Otra de las maravillas de la telebioenergética!

Otros tipos de antena.

Nos podemos inspirar en la técnica milenaria del Reiki para probar otras variantes para el tratamiento a distancia. En el Reiki se usan otros elementos como una fotografía del paciente, o un objeto representativo que pudiera ser incluso un muñeco de peluche. Para el biomagnetismo este tipo de objetos-antena no pueden resultar del todo útiles ya que no se pueden representar en ellos todas las partes de la anatomía humana, indispensables para ubicar los puntos donde vamos a colocar los imanes.

Por mucho tiempo en la telebioenergética solo se usó a otra persona como sustituto o antena, pero recientemente hay varios biomagnetistas que utilizan otros medios como maniquíes o incluso dibujos del cuerpo humano. No dudo que esos medios puedan funcionar, pero para comenzar a practicar los tratamientos a distancias recomendamos usar como antena a un sustituto humano de carne y hueso. A falta de un voluntario el mismo biomagnetista puede ser la antena-sustituto colocándose los imanes sobre su propio cuerpo después de haber determinado los pares que va a tratar.

 

 

Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com