Unidad I Lección 2
La bioenergética médica se basa en poder contactar con una instancia superior que comúnmente llamamos supraconsciente, o mente superior. En el capítulo “Entendiendo la bioenergética” ahondamos en el tema de la mente superior y en qué se diferencia de la mente física. El supraconsciente opera en un plano metafísico, siguiendo principios más parecidos a la física cuántica que a las leyes del plano físico. Lo primero que debe testear el alumno es su capacidad de recibir una respuesta de la mente superior.
Para explicarlo con una analogía digamos que la mente física es como una computadora, que ya de entrada puede almacenar muchísima información de gran utilidad. La mente supraconsciente es conectarla al internet y tener acceso a toda la información disponible de todo el mundo. Y así como podemos fácilmente preguntar en algún buscador como Google sobre cualquier tema que nos interese. De igual forma podemos preguntar a la mente superior sobre temas relevantes. Como vemos, la mente superior no está limitada por el espacio, ni por el tiempo, como algunos han podido constatar. La cuestión es saber cómo conectar la mente física, con la mente superior.
Curiosamente, con la llegada del internet es que en la humanidad se despierta nuevamente la capacidad de conectar con esa mente metafísica, también a veces llamada doble cuántico. Tal vez el diseñar un sistema como la red de internet que emula las capacidades del supraconsciente nos ha abierto las puertas a esa conciencia universal, que ya existía desde tiempo atrás ¿desde hace cuánto tiempo? No lo sabemos, quizás forme parte de la misma naturaleza del cosmos.
Lo cierto es que esa mente tan solo estaba esperando que la humanidad alcanzara un cierto grado de evolución para desvelarse. En la antigüedad, ya algunas personas habían logrado contectarse con la mente superior, pero en contadas ocasiones y bajo circunstancias muy especiales: hablamos de los adivinos como las pitonisas del templo de Delfos, Nostradamus, las revelaciones a través de los sueños o incluso las repentinas intuiciones que han tenido los genios como Leonardo Da Vinci o Tesla, la inspiración de los artistas también es otra forma de entrar en contacto con esa mente superior.
No recuerdo el año exacto, sería 2000 y algo. En esa ocasión me presenté en el edificio de Av. Insurgentes para tomar el curso por segunda ocasión como oyente, ya que el Dr. Goiz estaba abierto a que los alumnos pudiéramos repetir el curso. El Dr. Goiz nos informó haber encontrado una forma para probar si los alumnos ya habían desarrollado esa facultad de conectarse con el supraconsciente. En uno de los compañeros se había encontrado un par, creo que era mandíbula-mandíbula. El Dr. Goiz nos formó en una larga fila a todos los alumnos (éramos como 50) y cada uno de los alumnos iba pasando y colocaba su dedo índice en el punto de mandíbula, y con cada uno el Dr. Goiz revisaba la longitud de las piernas del voluntario. Simplemente cuando se encogía la pierna (respuesta muscular inteligente) eso era indicativo que la persona que estaba tocando a la paciente podía comunicarse con el supraconsciente.
En eso momento me pareció una forma maravillosa de probar a cada uno de los participantes. Ahora sabemos que hay muchas formas para probar esta capacidad. Tan simple como recostar a la persona en la camilla, tomar sus piernas y preguntar “Por favor, dame un sí” Si la pierna se encoje, felicidades ya tenemos una respuesta de la mente superior.
La conexión con la mente superior no es cualquier cosa, ni se debe prestar para juegos, como si fuera la guija. De hecho, el supraconsciente solo contestará cuando las preguntas que se hagan tengan un objetivo bien definido, que lleve a la curación del paciente. El abusar de esta comunicación puede resultar en que el supraconsciente deje de dar respuestas.
Veamos los pasos que describía el Dr. Isaac Goiz Durán que se deben seguir al iniciar la sesión:
“Primero. pedir permiso o autorización a lo alto o a la superioridad divina (es decir al supraconsciente)”.
Este paso puede incluir una invocación que se puede hacer simplemente repitiendo en voz baja o en voz alta.
“Mente supraconsciente, por favor dame las respuestas a mis preguntas en forma clara”.
Esta frase se puede decir una sola vez o repetir 3 veces.
Algunos terapeutas también hacen una breve oración de su propia elección, pero esto no es estrictamente necesario, solo depende de lo que sienta cada persona. El rezar una oración es una forma de respeto y además sirve para enfocar aún más la intención hacia el bien común sin fines egoístas.
“Segundo. Que haya intencionalidad y conciencia (significa hablar en voz alta, porque se refuerza la orden que se está dando al cerebro al pronunciar el Par Biomagnético). Estar en conocimiento pleno de la intención de lo que está haciendo.
Tercero. Utilizar un lenguaje directo para no confundir a las células, hablar en sentido afirmativo, no negativo.”
En este punto, también es importante formular cada pregunta en forma clara, sin ambigüedades, y de tal forma que la respuesta se puede expresar en forma binaria, es decir en un sí o un no.
Tome los tobillos del paciente o voluntario, tome una respiración profunda. Luego simplemente pregunte “dame un sí” si la pierna del voluntario reacciona, es que usted está en contacto en ese momento con el supraconsciente.
Si no obtiene respuesta, tal vez usted aún no haya desarrollado esta capacidad. O bien puede deberse a otros factores. Veamos los impedimentos más comunes.
Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com