La palabra Reiki del japonés significa energía suprema. Es decir que al estar trabajando con esta antigua técnica nos estamos conectando con la energía suprema del universo, la energía del creador. Es decir que es una energía divina que transciende la comprensión humana. Por lo tanto, al llevar a cabo esta técnica se debe hacer con un gran respeto tanto por la procedencia de la energía, como por la persona a quien va dirigida. El terapeuta no es más que un humilde canal de la energía Reiki , la cual fluye a través de sus centros y canales energéticos. Por lo tanto quien da una sesión de Reiki no se debilita, ya que no está dando su propia energía. Por el contrario, la mayoría de las veces el mismo practicante de Reiki se beneficia al dar la sesión. Puede sentir esa cascada de luz, amor y armonía que pasa a través de su ser.
La energía suprema o Reiki inunda todo el universo, todo lo que existe, no tiene límites. Si pensamos en la energía electromagnética, esta es aún limitada porque tiene un límite de velocidad según explica la Teoría de la relatividad de Einstein, además que se dispersa y su fuerza disminuye inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.
Mientras que la energía del Reiki se puede transmitir mentalmente sin importar la distancia, su naturaleza también es amorosa y sabia. Es decir que, al aplicar la técnica, no requerimos tener grandes conocimientos de anatomía, fisiología o indagar sobre los padecimientos de la persona a quien va dirigida la sesión. Basta colocar nuestras manos en las posiciones que estudiaremos y tener una buena disposición amorosa, para que esa energía llegue a los órganos o partes del cuerpo que lo necesiten, equilibrando los planos físico, emocional, mental y espiritual en forma integral. Por lo mismo el Reiki es tan sencillo que hasta los niños lo pueden aprender a aplicar y muchas veces son hasta más sensibles que los adultos para percibir la energía sanadora.
Ya hemos definido al Reiki como una energía suprema que proviene de los planos más elevados, o planos divinos. No obstante el Reiki no está ligado a ninguna religión ni requiere de ningún dogma, por lo que puede ser practicado por cualquier persona sin importar su creencia religiosa. Sin lugar a dudas el Reiki es uno de los mayores regalos que en esta nueva era ha sido nuevamente puesto a disposición de toda la humanidad, gracias a su redescubrimiento por el Dr. Mikao Usui.

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