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El aspecto humano

 

Lección 5

Construyendo la confianza

La comunicación comienza desde que el receptor se encuentra con el masajista, la forma en que se saludan y cómo inician la sesión. Es importante que el terapeuta le especifique al receptor que tipo de masaje va a recibir, sus objetivos, la forma en que se llevará a cabo, la duración, el costo – si ese es el caso –, así como lo que no está incluido, por ejemplo servicios sexuales. Esto debe ser hablado y quedar claro antes de comenzar la sesión, dando espacio a cualquier pregunta o preocupación que pueda surgir.

El profesionalismo del terapeuta también es importante, lo cual se manifiesta en su forma de vestir, se puede usar una vestimenta exclusiva para dar masaje que le permita sentirse cómodo y que pueda llegar a mancharse de aceite y lavarse fácilmente. Ropa holgada como pantalones deportivos y playera es lo idóneo. La ropa blanca no es muy recomendable porque las manchas de aceite son muy notorias, incluso después de lavar. El lugar donde se va a dar el masaje también es importante, de preferencia un lugar exclusivo para tal fin, y de no ser posible al menos un lugar adecuado y que tenga cierta privacidad.
Lo más importante es crear el ambiente para que la persona se sienta cómoda y pueda relajarse durante el masaje. El uso de sábanas limpias es importante, una para cubrir la colchoneta o mesa de masaje o otra para cubrir a la persona en caso de que tenga frío. Algunos establecimientos ya venden sábanas especiales a medida para colocar en la mesa de masaje. Pero si no se cuenta con ello, cualquier sábana hará el trabajo.
Debemos recordar que como masajistas estamos activando nuestro cuerpo y quemando calorías, mientras que el receptor se encuentra en modo pasivo, por lo que mientras uno comienza a sudar, la otra persona puede llegar a tener frío. Es importante preguntarle cada cierto tiempo si siente bien la temperatura. En climas o lugares fríos incluso se puede disponer de un pequeño calentador eléctrico para calentar la habitación. La sábana, o cobijas ligeras pueden ser útiles. En caso que la persona sienta vergüenza, pudor, o simplemente sea friolenta, podemos cubrir su cuerpo y solo ir destapando la zona del cuerpo que vamos trabajando.
Lo idóneo es que el receptor se encuentre completamente desnudo, pero en la mayoría de las culturas esto causa cierta incomodidad, por lo que podemos pedirle a la persona que conserve la ropa interior: calzoncillo y sujetador (en caso de las mujeres) el cual se podrá desabrochar en el momento de dar el masaje por la espalda.

El masaje relajante que vamos a presentar en este curso requiere el uso de algún aceite vegetal, el cual solo se puede aplicar sin ropa. Pero en caso que la persona no desee quitarse la ropa, o no le sea posible por algún motivo o situación, se pueden recurrir a otras opciones, como el masaje breve, que también vamos a explicar en este curso.
Lo más importante es que el receptor se sienta cómodo en todo momento y no obligarlo a estar en una situación que le sea incómoda, en todo caso el terapeuta es quien habrá de ser flexible y adecuarse a las necesidades del receptor. Todo eso forma parte de la confianza y el respeto que debe garantizarse durante la sesión de masaje.

Actitud y principios

Al dar una sesión de masaje debemos recordar es estamos al servicio de la persona que tenemos enfrente, sin importar que sea un familiar, amigo, pareja o cliente. Debemos considerar que quien recibe el masaje tomará una actitud pasiva y receptiva para que nosotros podemos hacer nuestro trabajo. Dicho de otra forma: el receptor se abre y se vuelve vulnerable para que sea posible recibir lo que vamos a entregarle, que no es solo físico, también es energético y es, de alguna forma espiritual, cuando fluye desde el corazón.
La magia del masaje no se puede dar si no existe un respeto y confianza por ambas partes por lo que es muy importante la actitud, mantener el principio de respeto y además una buena comunicación.
Es importante señalar que el masajista deberá estar en una condición óptima para dar el masaje, no se debe dar masaje en alguna de estas condiciones:

  • Si usted está enfermo, ya que no cuenta con toda la energía el masaje no tendrá el mismo efecto en el receptor, y por el contrario podría debilitarlo más a usted.
  • En caso de infección, es muy probable que contagie al receptor.
  • Alteración emocional, si está enojado, preocupado, con ansiedad, prisa, etcétera; es mejor que no transfiera esa energía a la otra persona.
  • Agotamiento, si se siente agotado por haber tenido un día intenso o por haber tenido anteriormente 2 o más sesiones de masaje es mejor suspenderlo. Nada se gana con ir más allá de los propios límites. Un buen masajista es quien primero sabe escuchar su cuerpo y respetar sus propias necesidades.

En todos los casos anteriores en más conveniente que cancele el masaje y lo posponga para otro día. Explicando a la persona que no es conveniente para usted, ni para ella dar un masaje en esas condiciones.

Trabajo con emociones

A nivel emocional y mental el masaje también tiene múltiples beneficios. El gran cambio que atraviesa la persona a nivel energético-emocional muchas veces se experimenta como un estado más relajado, con una visión más objetiva. De esta forma la persona se libera finalmente de estados emocionales negativos e ideas recurrentes como preocupación, resentimiento, miedo, enojo, etcétera. Esa liberación le permite ver las situaciones desde otra perspectiva, poder redimensionar el problema y poder encontrar una mejor solución, desde un ángulo más ecuánime, más racional.

Como ya mencionamos, en algunas ocasiones la persona logra contactar alguna emoción que estaba alojada en alguna parte del cuerpo. De esta forma la persona se va liberando de ataduras emocionales que también le habían venido “robando” energía a su cuerpo, manifestándose como síntomas o enfermedades, algunas tan superficiales como un simple resfriado y otras tan complejas como cáncer o enfermedades de tipo autoinmune.
La liberación de emociones atrapadas muchas veces va a acompañada de manifestaciones como llanto, grito, temblor, sudor, o incluso risa. Aunque esto no sucede en todas las sesiones, si puede llegar a ocurrir, sobre todo cuando las emociones están “a flor de piel”, ya sea porque la persona es muy sensible o está pasando por una crisis emocional. En estos casos es importante que el terapeuta-masajista sepa como proceder.
En estos casos el terapeuta-masajista debe estar preparado y saber cómo proceder para que la situación no le tome por sorpresa. Lo más importante es saber cómo acompañar a la persona y estimularla para que pueda expresar la emoción de la forma que lo necesite. El simple hecho de permitir que la emoción se exprese, con palabras, llanto, o alguna otra manifestación, ya forma una parte esencial en el proceso curativo; para lo cual se pueden usar algunas frases similares a las siguientes:

  • ¿Qué sentimiento estás experimentando?
  • ¿Te viene algún recuerdo junto con este sentimiento?
  • Sí, sí, esta bien… deja salir todo el llanto (o la ira, o cualquier otra emoción)
  • ¿Le puedes dar nombre a ese sentimiento? Exprésalo en una palabra o frase.
  • Eso es... ¡Está muy bien!... Deja salir ese sentimiento.

Las frases se pueden decir al tiempo que se sigue dando el masaje. Por lo regular el sentimiento está asociado con la zona que estamos trabajando o que recién acabamos de trabajar por lo que podremos seguir en esa zona o regresar un poco para de esa forma seguir estimulando el proceso.
Lo importante es tan solo ser un facilitador del proceso, ayudando a que fluya, pero sin forzar a la persona a ir más allá de su cauce natural.
En los cursos de formación de Río Abierto profundizamos más en la forma de trabajar la transformación de emociones. El final de la sesión podemos invitar a la persona a expresar lo que experimentó o revivió durante la sesión, escuchándola tan solo sin juicio, dejándola que llegue a sus propias conclusiones – porque por lo regular es lo que ocurre.
En algunos casos, tal vez usted pueda sugerir otro tipo de ayuda como psicoterapia o grupo de apoyo, de acuerdo a la situación que esté pasando la persona. O bien intervenir directamente si usted tiene alguna formación profesional.

 

Completado

 

Preguntas o comentarios: info.gfu.lineasolar@gmail.com

 

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