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Lección 14. Reservorios

14.1 Qué es un reservorio

Los reservorios son pares donde se alojan diversos patógenos. Una vez que se impactan los reservorios, colocando los imanes sobre el par, los patógenos salen del reservorio y entonces ya se pueden rastrear en los pares que habitualmente les corresponden.

14.2 Tipos de reservorios

El primer reservorio fue encontrado por el Dr. Isaac Goiz Durán, lo llamó Prada (nombre de uno de los primeros alumnos del Dr. Goiz) y el par es vesícula – vesícula. En este caso es un reservorio de virus.
También tenemos reservorios de bacterias, parásitos, hongos o reservorios universales; éstos últimos pueden esconder cualquier tipo de patógeno. Así que por principio tenemos cinco tipos de reservorios:

  1. Reservorios de bacterias
  2. Reservorios de virus
  3. Reservorios de hongos
  4. Reservorios de parásitos
  5. Reservorios universales (cualquier patógeno)

Actualmente, la Guía de Biomagnetismo cuenta con unos 40 reservorios, cada uno presentado con su par correspondiente y el grupo de patógenos que puede alojar.
En los últimos años se han descubierto algunos reservorios muy particulares. Por ejemplo, el punto en el que se ha aplicado una vacuna puede actuar como reservorio, en donde se va a alojar, precisamente, el patógeno de la vacuna que se aplicó.
También el lugar donde algún animal rabioso ha mordido a la persona puede actuar como reservorio, en este caso del virus de la rabia.
En forma similar, cualquier fractura, herida o cicatriz (causada por accidente o cirugía) se puede convertir en un reservorio. Incluso los lunares o verrugas pueden actuar como reservorios. Como vemos, en estos últimos tres casos: vacunas, mordidas o heridas, los reservorios no tienen una ubicación específica, sino que está determinada por el lugar donde se haya dado el evento.

14.3 Protocolo

Una vez que se encuentra el reservorio usando el protocolo de rastreo habitual, se impacta dejando los imanes negativo y positivo sobre el punto correspondiente. Después de unos minutos habrá que volver a rastrear todos los pares asociados al reservorio. Por ejemplo, si se trata de un reservorio de bacterias, quiere decir que tendremos que rastrear todos los pares de bacterias para encontrar al patógeno que estaba alojado en el reservorio. En caso de encontrar un reservorio universal se tendrá que hacer el rastreo completo una vez más. Muchos biomagnetistas prefieren comenzar sus rastreos testeando los reservorios, para de esta forma, evitar rastrear dos o más veces al consultante. Sin embargo, esta estrategia no es la que acostumbra el Dr. Goiz quien impacta los reservorios conforme van apareciendo en la secuencia de rastreo que él utiliza. En este curso aconsejamos, en un principio, seguir la estrategia del Dr. Goiz. Ya con la práctica cada terapeuta podrá decidir el mejor momento para rastrear los reservorios.

 

Actividades complementarias:

Ver el video: Reservorios en biomagnetismo

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