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Lección 13. Parásitos y biomagnetismo

13.1 Definición

Los parásitos son organismos que se alimentan de las sustancias que produce algún otro ser vivo o dependen de él para llevar a cabo alguno de sus procesos vitales como puede ser la reproducción. Los parásitos pueden habitar en la superficie del anfitrión: los llamados exoparásitos; o en el interior: los endoparásitos. Por lo regular estos organismos infringen algún daño al hospedante sin aportarle ningún beneficio. También puede darse el caso de que un parásito a su vez tenga organismos que los parasiten, como es el caso de algunos virus que parasitan a otras especies de virus o bacterias. Así se pueden dar varios niveles de parasitismo en un ecosistema.
De acuerdo a la definición, los parásitos pueden ser organismos unicelulares microscópicos o multicelulares de gran tamaño y complejidad. Así que incluso las bacterias y hongos microscópicos se pudieran considerar parásitos, sin embargo, por lo regular entendemos por parásitos los protozoos y gran cantidad de especies multicelulares.

13.2 Clasificación

Por el número de especies que los parásitos pueden infectar se dividen en:

  • Monogéneos. Parasitan una sola especie ya sea pez o anfibio, así que habitan en medios acuáticos; no parasitan a los humanos. Pertenecen al filo de los platelmintos con más de 4 mil especies presentando gran variedad de formas.
  • Digéneos. Son gusanos de la subclase de platelmintos que habitan el tubo digestivo de varias especies de los vertebrados, también se pueden llegar a presentar en los humanos.

Los parásitos que pueden infectar al ser humano se pueden clasificar en tres grandes grupos:

13.2.1 Protozoos. Son organismos unicelulares microscópicos que pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. Los protozoos, aun cuando son organismos unicelulares presentan ciertas características que los acercan al reino animal, como el responder de distintas formas a los estímulos externos y ser capaces de desplazarse mediante cilos o flagelos. Por esa razón algunos científicos los han clasificado dentro de un reino especial, los Protistas; mientras que otros los consideran un filo dentro del reino animalia. En resumen, representan un escalón evolutivo entre los seres unicelulares, como las bacterias, y los animales.
Muchas especies de protozoos tienen ciclos de vida que incluyen una fase proliferativa tomando la forma, por ejemplo: de trofozoítos. Como quistes, son más resistentes a los medios hostiles lo que les permite diseminarse de un anfitrión a otro. La transmisión de protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente ocurre por vía rectal-oral, por ejemplo, alimentos o agua contaminados, o contacto de persona a persona. Los protozoos que viven en la sangre o tejidos humanos se transmiten a otros seres humanos mediante un artrópodo vector, por ejemplo, por la picaura de un mosquito. Los protozoos los podemos clasificar según su movilidad en:

  • Sarcodinos, o amebas como la Entamoeba.
  • Mastigóforos o flagelados, como Leishmania o Gardia.
  • Cilóforos, o ciliados como el Balantidium
  • Esporozoos, cuya etapa adulta no es móvil como el Plasmodium o el Cruptosporidium

En la Guía de biomagnetismo varios de los parásitos (protozoos) están clasificados dentro de las listas de bacterias, ya que son organismos unicelulares.

13.2.2 Helmintos

Helminto significa literalmente gusano. Se trata de seres multicelulares que en su forma adulta son visibles a simple vista. Pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. Por su morfología podemos clasificarlos en tres tipos:

  • Gusanos planos (platelmintos) como trematodos (duelas) y cestodos (tenias). Por lo regular los encontraremos en el tubo digestivo.
  • Gusanos de cabeza espina (acantocéfalos): las formas adultas de éstos gusanos residen en el tracto gastrointestinal. Se cree que los acantocéfalos son una forma intermedia entre los cestodos y nematodos.
  • Gusanos cilíndricos (nematodos): se pueden encontrar en el tubo digestivo, también en la sangre, el sistema linfático o tejidos subcutáneos. Las larvas pueden infectar diversos tejidos corporales.
  • Las sanguijuelas se pueden considerar helmintos de tipo segmentado, aunque no son propiamente parásitos.

13.2.3 Ectoparásitos.

Son los parásitos que habitan fuera del cuerpo humano, en general son artrópodos* como las garrapatas, pulgas, piojos, ácaros o incluso los mosquitos, que se alimentan de la sangre humana, aunque algunos no los consideran parásitos ya que no habitan en la superficie de la piel. Este grupo de parásitos son dañinos para el ser humano, sobre todo porque son vectores (portadores) de otros patógenos como varias especies de virus y bacterias.

13.2.4 Endoparásitos.

También tenemos especies de parásitos (protozoos) que sólo pueden proliferar en el interior de las células del organismo hospedante, son los llamados Endoparásitos o parásitos intracelulares obligados como las Leishmanias o las Rickettsias.

13.3 Enfermedades parasitarias

A diferencia de los virus, bacterias y hongos, las enfermedades parasitarias están estrechamente relacionadas con las condiciones de higiene. Al mejorarse las medidas de higiene personal y en el hogar se pueden prevenir muchas de estas enfermedades. También, su prevalencia está estrechamente relacionada con las condiciones medioambientales. Los dos factores anteriores determinan el porqué las tasas de incidencia de las infecciones parasitarias varían notablemente entre las diversas regiones.
Los climas tropicales favorecen a muchas de ellas, sobre todo por la proliferación de artrópodos como mosquitos, pulgas, garrapatas, etcétera. Y también porque el clima cálido acelera la descomposición de los alimentos. Mejores condiciones económicas y de educación podrían ayudar a disminuir o erradicar muchas de ellas. La falta de agua potable es un factor determinante, ya que, el beber o simplemente entrar en contacto con agua contaminada favorece la propagación de parásitos. Condiciones insalubres en el hogar y contacto con animales silvestres también son factores a considerar.
Todo lo anterior nos ayudará a entender el origen de alguna enfermedad. Si el consultante no habita en una zona endémica de alguna de estas enfermedades, lo primero es sospechar que la haya adquirido en un viaje al extranjero o a través de otra persona infectada.

13.4 Tratamiento con biomagnetismo

Los parásitos, al igual que las bacterias proliferan en el medio alcalino. Se aplica el biomagnetismo en la forma habitual, llevando a cabo el rastreo y ubicando los imanes en el par biomagnético detectado. Los resultados son bastante notables, muchas veces notando cambios en forma inmediata.
Al dar las recomendaciones al consultante, habrá que prestar especial atención de tomar las medidas de higiene para evitar un posible contagio. En algunas especies que crean quistes o huevecillos será importante lavar ropa, sábanas, utensilios personales y de uso frecuente para evitar que se presente el contagio en la misma persona o alguien más.

 

Actividades complementarias:

Realizar evaluación


*En general bajo el término artrópodo designamos a animales invertebrados que cuentan con un exoesqueleto, segmentados con apéndices articulados (patas).

 

 

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