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Lección 7. Así cura el biomagnetismo

7.1 Descubrimiento del par biomagnético

En 1988 el Dr. Isaac Goiz Durán asistió a una conferencia del Dr. Broeringmeyer la cual le despertó gran interés sobre el tema del biomagnetismo, como había llamado el Dr. Broeringmayer a su terapia con imanes. En pocos días el Dr. Goiz consiguió unos imanes de aparatos electrónicos inservibles y con ellos comenzó a experimentar. En ese tiempo atendía a sus pacientes en su consultorio al norte de la Ciudad de México, aplicando diversas técnicas como acupuntura, fisioterapia entre otras; el magnetismo vino a sumarse a las terapias que ya aplicaba.
El 11 de octubre de 1988 llegó al consultorio del Dr. Goiz un enfermo con diagnóstico de SIDA, síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Mediante el testeo con imanes el Dr. Goiz fue capaz de identificar el par timo (-) – recto (+) que, en base a los estudios que llevaba el enfermo, relacionó con el virus VIH-Sida. El Dr. Goiz tuvo la idea de dejar colocados los imanes sobre los puntos del par, durante algunos minutos, pensando que esto podría ayudar al equilibrio energético de los órganos involucrados. La mejoría del paciente fue inmediata, al otro día había dejado de padecer la diarrea crónica y se sentía mucho mejor. Los síntomas del SIDA fueron cediendo y el paciente recuperó la salud. Con el tiempo, y cientos de pacientes tratados, el Dr. Goiz pudo corroborar que el par timo – recto corresponde al VIH-Sida. Los resultados obtenidos con el enfermo curado de SIDA motivaron al Dr. Goiz a seguir experimentando e indagando acerca del fenómeno recién descubierto. Según comenta el Dr. Goiz, la segunda persona tratada fue su propia esposa, quien padecía varios achaques. También en ella la recuperación fue notoria desde el siguiente día de la sesión.
El éxito obtenido con esta nueva técnica corrió de boca en boca como reguero de pólvora, de manera que en pocas semanas el consultorio del Dr. Goiz era visitado por una larga fila de pacientes que esperaban “pacientemente” pasar a consulta; todos con una gran esperanza que sus enfermedades y dolencias pudieran ser curadas.

Las largas horas que pasó el Dr. Goiz atendiendo pacientes, así como su metodología científica lo llevaron, en poco tiempo, a descubrir un gran número de pares biomagnéticos como: Supraespinoso – supraespinoso, relacionado con el microbacterium tuberculoso, o Diafragma – diafragma para la Candidiasis; Estómago – suprarrenales para Sarampión, etcétera. Ya para 1995, cuando el Dr. Goiz escribió el libro El par biomagnético1 ya se habían identificado más de 100 pares, para igual número de patologías.

En un principio los pares correspondían a patógenos como virus, bacterias, hongos y parásitos, pero con el tiempo fueron apareciendo pares que no necesariamente estaban asociados con algún patógeno. Tal es el caso de los pares especiales, que más bien corresponden a desequilibrios energéticos del organismo. Por ejemplo, el par Goiz fue uno de los primeros descubiertos y de los que se presentan con mayor frecuencia es: parietal (-) – riñón (+).
Actualmente en la Guía de Biomagnetismo, además de los pares regulares – aquellos causados por presencia de agentes patógenos –, tenemos otros tipos como pares regulares, psicoemocionales, disfuncionales o reservorios. Cada uno de estos grupos tiene aspectos muy particulares que seguiremos profundizando a lo largo del curso.
El par biomagnético no se quedó ahí, ya que con el tiempo el Dr. Goiz descubrió fenómenos que sobrepasan la explicación de la ciencia mecanicista. Nos referimos al testeo mediante la intención mental, que permite llevar a cabo un protocolo de testeo sin necesidad de ir probando cada punto en el imán. Y en 1995 se dio el primer caso de curación a distancia con un paciente que estaba en Italia y fue tratado desde la Ciudad de México por el Dr. Goiz, Así se abre para el biomagnetismo todo un nuevo plano de acción, que el Dr. Goiz ha nombrado Bioenergética. Ya que para entender la Bioenergética se requiere toda una serie de principios; y como posibilita nuevas técnicas y herramientas, reservamos su estudio para un curso de nivel avanzado.

7.2 Descripción del par biomagnético

El Dr. Isaac Goiz Durán, basándose en las observaciones del Dr. Richard Broeringmeyer, pudo identificar que se requieren dos puntos en resonancia magnética para sustentar el desequilibrio energético. Por resonancia magnética entendemos que los dos puntos tienen la misma frecuencia, intensidad electro-magnética, pero polos opuestos: uno es negativo y otro positivo. Por lo que se entiende que ambos puntos están, de alguna forma emparentados, formando un solo fenómeno; esto es: el par biomagnético. En base a un método empírico, el Dr. Goiz encontró la manera de detectar el fenómeno mediante el testeo o rastreo con un imán negativo, recorriendo el cuerpo del paciente.

El descubrimiento del par biomagnético en 1988 marcó un criterio totalmente nuevo dentro del mismo biomagnetismo y de la medicina en general, al comprobar que las cargas biomagnéticas tienen resonancia vibracional y energética.

El primer par biomagnético conocido fue el del síndrome de inmunodeficiencia humana (SIDA) que se genera en el timo y el recto desde las primeras horas en que se instala el VIH-virus, produciendo en el cuerpo del enfermo dos fenómenos simultáneos: inmunodeficiencia y seropositividad. A la fecha el doctor Goiz ha descubierto e identificado plenamente más de 350 pares biomagnéticos2, que a su vez se relacionan con diversas patologías de los organismos humanos. Es así como en base al fenómeno conocido como Par Biomagnético el Dr. Goiz ha desarrollado un nuevo tipo de tratamiento conocido como Biomagnetismo Médico, que desde hace más de 30 años se ha venido difundiendo y actualmente es aplicado exitosamente por miles de personas alrededor del mundo.
Una vez entendiendo los principios y conceptos que operan en el biomagnetismo médico, pasemos a ver con más detalle el mecanismo de curación del par biomagnético.

“El desequilibrio energético no se manifiesta en un solo punto del cuerpo, sino que requiere de dos puntos que tienen la misma intensidad y frecuencia, pero polo contrario; es decir que un punto del cuerpo se acidifica mientras otro se basifica. Ambos puntos, se dice que están en resonancia magnética, por lo cual forman un par biomagnético.”

Usando el protocolo que enseña el Dr. Goiz en sus cursos de biomagnetismo médico, o el nivel más avanzado llamado bioenergética, el terapeuta primero identifica el polo negativo, y enseguida busca el polo positivo que le haga resonancia energética. Es así como se encuentra el par biomagnético, y de acuerdo a la experiencia anterior que se tenga con ese par específico, se puede determinar el patógeno, disfunción o condición especial que se está tratando.
Una vez que se han colocado los imanes en los puntos correspondientes al par biomagnético se dejan durante un tiempo que puede ser, en promedio entre 10 a 20 minutos. El tiempo varía de acuerdo a la latitud en que se lleve a cabo el tratamiento. En lugares cercanos al ecuador terrestre el tiempo tiende a disminuir hasta ser de escasos minutos. Mientras que al alejarse del ecuador terrestre el tiempo se va extendiendo hasta más de 20 minutos. No existe una tabla para calcular el tiempo de tratamiento ya que también depende de otros factores, sobre todo de la condición del paciente, y en menor medida de la potencia de los imanes o pericia del terapeuta.
El biomagnetismo médico obedece al principio del todo o nada. La potencia mínima que deben tener los imanes permanentes es de 1500 Gauss; por debajo de este rango los imanes no tendrán ningún efecto sobre el organismo, es decir que no se logrará restablecer el equilibrio energético. También se ha comprobado que usar imanes de mayor potencia no disminuye el tiempo de tratamiento.
Si el par está bien colocado hará su efecto en un tiempo razonable. Sin embargo, si alguno, o ambos imanes no están bien colocados no se obtendrá el equilibrio energético. En estos casos el cuerpo del paciente generalmente responde mediante la respuesta muscular inteligente (acortando una pierna).

La técnica del Dr. Goiz se basa en un testeo completo de todos los puntos descubiertos, para de esta forma, ir identificando los pares biomagnéticos que se le puedan aplicar a la persona en esa sesión. En el siguiente apartado veremos con más detalle cómo hacer el testeo mediante la respuesta muscular inteligente. Conforme se van identificando los pares, los imanes se van dejando en su posición por el tiempo que sea necesario (10 a 20 minutos) para que los campos magnéticos logren reestablecer el equilibrio energético del organismo. Una vez que se ha logrado este equilibrio, los agentes patógenos ya no hallarán el terreno adecuado para proliferar y dejarán de multiplicarse.
Los campos magnéticos permiten que el terreno biológico recupere sus capacidades de auto regularse y que recuperen su pH adecuado (±7.2 para la sangre, sudor y lágrimas), y el pH apropiado para cada uno de los órganos del cuerpo humano. Por lo que la terapia de imanes, aplicada correctamente, trabaja en la misma dirección de la naturaleza, es decir, que el organismo humano recupera su capacidad de autorregulación y autoeliminación de aquello que le está dañando.

Según explica el Dr. Goiz, los virus y hongos proliferan en medios ácidos. Mientras que las bacterias y parásitos proliferan en medios alcalinos. Una vez que los órganos y tejidos regresan al nivel energético normal (NEN) los microbios no encuentran el terreno propicio para proliferar y pierden su patogenicidad. En algunos casos los resultados son visibles en cuestión de horas. Enfermedades crónicas o agudas pueden llevar más sesiones de tratamiento. Como regla general se ha de citar al paciente a la siguiente semana para continuar con el tratamiento, pero la necesidad y fecha de una siguiente sesión queda al criterio del terapeuta.

7.3 El testeo muscular

El biomagnetismo médico se basa en la respuesta muscular inteligente y se puede realizar mediante un protocolo de testeo muscular.
Desde el comienzo del biomagnetismo el Dr. Goiz usó la respuesta muscular inteligente como forma de diagnóstico. Probablemente la haya aprendido del Dr. Broeringmeyer o directamente del Dr. Goodheart, quien fué su descubridor al desarrollar la kinesiología.
El método empleado por el Dr. Goiz consiste en medir la longitud de las piernas, para lo cual el consultante tendrá que estar recostado boca arriba en relajamiento, mientras el terapeuta toma sus tobillos y capta cualquier cambio en la longitud de las piernas. Esta operación se repite mientras se va colocando el polo negativo del imán sobre cada uno de los puntos anatómicos identificados en el biomagnetismo médico. Para lo cual se ha de seguir algún protocolo (lista) de rastreo preestablecido, como los que encontrará en la Guía de Biomagnetismo. Cuando algún punto presenta desequilibrio energético, el cuerpo del consultante responderá mediante la contracción de una pierna. De esta forma se va haciendo el rastreo o testeo de cada punto anatómico. Mientras las piernas no cambien su longitud normal quiere decir que el punto en cuestión está en equilibrio y se puede pasar al siguiente punto de la lista.
En realidad, la reacción del cuerpo no se limita a la contracción de la pierna, es una reacción que ocurre en todo el cuerpo físico y también a nivel energético. El Dr. Goiz explica que siempre es el hemicuerpo derecho el que se contrae (o elonga) en respuesta al campo magnético, mientras que el lado izquierdo permanece invariable debido al pulso electro-magnético emitido por el corazón.
La contracción muscular que se presenta en todo el hemicuerpo derecho también va acompañada de un debilitamiento muscular. Ambos efectos: el acortamiento y debilitamiento se pueden percibir en cualquier parte del cuerpo, ya sea la pierna, el brazo o incluso los dedos de la mano. De aquí se deriva que existan muchas formas de hacer el testeo que llegan a ser las preferidas por diferentes terapeutas, según les resulten más cómodas o fáciles de identificar.

7.4 Otras formas de testeo

En cuanto a las técnicas en las que se usan las manos, por lo regular el terapeuta usa sus propias manos para identificar la respuesta, es decir que no se requiere la participación del paciente.

En los dedos de las manos también podemos percibir un leve debilitamiento muscular que podemos testear formando dos anillos con las manos, haciendo un mínimo de presión con las yemas de los dedos, y tiramos un poco como tratando de romper los aros. En caso de tener una respuesta afirmativa el aro se romperá.

También podemos hacer una leve presión del dedo medio por encima del dedo índice y probar hasta donde lo podemos bajar.

En la prueba con los pulgares no medimos la fuerza de los dedos, sino una leve contracción del pulgar derecho (de unos cuantos milímetros).

La prueba del brazo no se utiliza en el biomagnetismo porque la persona tiene que estar de pie o sentada. Una variante es con la persona recostada medir la longitud de los brazos extendiéndolos al frente y juntando las manos.
Recuerde que todas estas formas de testeo se pueden practicar en el mismo paciente. Cuando se accede al nivel bioenergético (supraconsciente) también se puede testear recurriendo a una tercera persona (antena); o usando las propias manos del terapeuta. (ver siguiente sección)

7.5 Testeo con bioenergética

En el nivel avanzado de biomagnetismo, que el Dr. Goiz llama bioenergética, ya no es necesario hacer un testeo recorriendo el cuerpo con el imán; basta enfocar la mente en algún punto mediante el “esfuerzo mental” para que la respuesta muscular inteligente se manifieste. Este nivel nos lleva a estudiar nuevos conceptos como el supraconsciente y abre toda una variedad de aspectos y preguntas que se pueden formular, siempre y cuando se hagan en forma clara y de tal forma que la respuesta sea un “sí” o un “no”.
La bioenergética también permite usar otras técnicas como el péndulo para llevar a cabo los rastreos. Los recursos y estrategias de trabajo se amplían enormemente cuando se accede a este nivel de trabajo.
En fin, ese tema lo trataremos ampliamente en un futuro curso avanzado de bioenergética.

 

Actividades complementarias:

Ver el video Así cura el biomagnetismo

 

Realizar evaluación

 


1. Además de “El par biomagnético”, el Dr. Isaac Goiz Durán es autor de varios libros como “El sida es curable”, “Fisiopatología bioenergética”, “El fenómeno tumoral” y un libro de poemas “¿Qué puedo dar de mi?”.
2. Los pares descubiertos por el Dr. Goiz son los que aparecen en la Guía bajo el título de “Pares básicos

 

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