Astrología

Cosmobiología - lección 3



Introducción

La Astrología se fue desarrollando durante cientos, o incluso, miles de años en el mundo antiguo; pasando por diversas culturas del continente Euroasiaticoafriano, llegando hasta la astrología Babilónica en Mesopotamia. En la nueva era el término cosmobiología expresa de mejor manera el tema de estudio de la antigua ciencia: es el estudio de la relación entre el cosmos y la evolución de la vida en nuestro planeta Tierra.

Visión antigua

Nuestros antiguos ancestros no contaban con los instrumentos científicos de hoy en día como los radiotelescopios y supercomputadoras. Únicamente a través de la observación sistemática de la bóveda celeste, es que llegaron a conocer los principios más profundos que rigen el Cosmos.
“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba para que se cumpla el milagro de los mundos.” Expresa el segundo principio hermético. Esto quiere decir que existe una estrecha relación entre lo inconmensurablemente grande, el Macrocosmos y lo inconmensurablemente pequeño: el Microcosmos. Al dirigir la mirada al cielo y estudiar los movimientos de los astros y sus relaciones, también se nos comienzan a desvelar los misterios de la vida y de la naturaleza humana. Esto es posible, en virtud de que existe una íntima relación entre todas las cosas del Cosmos.

El universo holístico

En términos modernos, podemos afirmar que el universo es holístico. Palabra que viene de holograma, un tipo de fotografía que mediante el uso de un rayo laser puede plasmar parte del todo en un pequeño fragmento de la imagen. Los sabios no conocían el rayo laser, ni los hologramas, ahora tan comunes hasta en las tarjetas de crédito y etiquetas de productos. Sin embargo, ellos se dieron cuenta que el universo se comporta de forma holística, cada parte de él, es un reflejo de la totalidad.
La ciencia moderna, no hace más que corroborar lo que ya intuían los sabios de antaño. Ahora sabemos que en cada célula, codificada en la molécula del ADN, se encuentra toda la información genética necesaria para crear una copia o clon de todo el organismo. Con una sola célula podemos clonar un animal, una planta o hasta a un ser humano, en teoría. De igual forma, siguiendo la ley de Conjunto de conjuntos, como la llamó nuestro S. Hermano Mayor, el Dr. José Manuel Estrada. Cada uno de nosotros es una célula para la Madre Tierra, que viene a ser, en su conjunto todo un ente viviente, como la llamaron los griegos: Gaia, la diosa Tierra.

Ley de conjunto de conjuntos

Nuestro planeta es un gran ser vivo donde los ríos vienen a ser como sus venas, los bosques sus pulmones, su campo magnético su aura. Y los seres humanos venimos a ser las neuronas del cerebro, de aquí que nuestra responsabilidad sea mayor al tener el poder para elegir lo mejor para este gran ser vivo que es la Tierra. Por lo que es urgente elevar el estado de conciencia de la humanidad, para que así todo el planeta se eleve “Tenemos que espiritualizar al planeta, a como dé lugar” decía el Hermano Mayor.
Siguiendo el mismo orden de ideas, el sistema solar también es un ser vivo y cada uno de los planetas es un Logos planetario, un ente cósmico con una función específica. Cada planeta es como un órgano de este ser que llamamos el Logos Solar. De esta forma, a la Tierra le corresponde la función de una matriz, donde se gesta la conciencia humana, que ha de evolucionar hasta alcanzar la Conciencia Solar, la siguiente gran aula de INICIACIÓN dentro del camino evolutivo de la conciencia. Y aún pudiéramos conceptualizar a la Galaxia como otro gran ser vivo, cuyo centro, como ya dijimos es un abismo negro supermasivo, donde ya no existe el tiempo ni el espacio, por lo que los misterios que esconde están mucho más allá del entendimiento de la mente humana…
En fin, esta breve exposición sirva para entender la íntima relación entre el hombre, el individuo y el todo: el Cosmos, el Universo. A su vez, que motive al estudio profundo de la cosmobiología, entendiendo que no se limita a la práctica de la horoscopía, y mucho menos a los consejos superficiales que se editan en los diarios o revistas de vanidad.



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