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El páncreas es una glándula mixta que produce jugos pancreáticos (exócrina) que se vierten en el duodeno, a través del ducto pancreático, para facilitar el proceso digestivo.
Los islotes de Langerhans producen insulina y el glucagón, dos hormonas que ayudan a mantener los niveles de glucosa en la sangre.
Las gónadas son las glándulas sexuales femeninas y masculinas, por una parte, producen los gametos (óvulos y espermatozoides) y por otro las hormonas sexuales; son estimuladas desde la hipófisis por medio de las hormonas gonadotropinas.
Los ovarios producen los gametos femeninos que son los óvulos, a razón de uno cada 28 días. Durante la vida fértil, desde la primera menstruación en la pubertad hasta la menopausia, la mujer producirá unos 400 óvulos maduros.
Además, los ovarios producen las hormonas sexuales llamadas estrógenos que permiten el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios femeninos. Son esteroides que se encuentran en la mayoría de los tejidos blandos. También regulan las diversas etapas de los ciclos menstruales a través de hormonas como:
Los niveles hormonales son mayores en los primeros 7 días de la menstruación.
La progesterona es responsable de la preparación y mantenimiento del útero durante el embarazo.
Los estrógenos tienen múltiples efectos en todo el cuerpo, según revelan recientes estudios son indispensables para mantener la salud cardiovascular, de los huesos, la pie, el cabello, por lo que mantener un balance de estas hormonas ayuda a retardar el envejecimiento; mientras que su exceso o carencia trae una serie de trastornos tanto en mujeres, como en hombres.
También se ha demostrado que influyen en la psique femenina favoreciendo una personalidad mas segura, extrovertida y valiente, así como estimulando el apetito sexual.
El hombre produce los espermatozoides en los testículos, que son los gametos masculinos, es capaz de producir miles de millones de espermas durante su vida. Los testículos además producen las hormonas andróginas (masculinas) como la testosterona o la androsterona que estimulan el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos. La testosterona es una hormona esteroidea compuesta por grasa sólida producida principalmente en los testículos y en menor medida en las suprarrenales (tanto en hombres como en mujeres).
Tiene efectos virilizantes que es sobre todo el desarrollo del aparto reproductor masculino: los testículos, pene, próstata, el desarrollo de los espermatozoides, el crecimiento de bello corporal.
Sus efectos anabólicos se refieren a la formación de tejidos como el incremento en masa muscular y de la masa ósea. Incluso hay estudios que sugieren que el nivel adecuado de testosterona favorece al cerebro conservando las facultades mentales como memoria, atención, inteligencia, mientras que su déficit se asocia a enfermedades como el Alzheimer.
La testosterona tiene efectos a nivel psíquico, tanto en hombre como en mujeres estimulando el deseo sexual y las conductas competitivas. Algunos estudios sugieren que la presencia elevada de testosterona está asociada a conductas agresivas, mientras otros sugieren que el efecto se debe a niveles bajos de la hormona.
El desequilibrio de las hormonas andróginas trae como consecuencia diversos trastornos como desarrollo deficiente de los caracteres sexuales masculinos o incluso infertilidad.
Podemos concluir que es necesario que el sistema endocrino funcione adecuadamente para mantener un equilibrio hormonal, asegurando la correcta comunicación, coordinación y funcionamiento de los distintos órganos del cuerpo; de esta manera, manteniendo al cuerpo saludable.
El alcohol, el cigarro, las drogas y otros agentes químicos dañan gravemente al sistema endocrino. La comida industrializada también contiene gran cantidad de sustancias químicas llamadas disrruptores endócrinos, que de varias maneras alteran el funcionamiento del sistema endocrino, confundiéndolo o alterando la producción hormonal.
Otro factor muy importante es mantener hábitos de sueño saludables, ya que las glándulas se ven afectadas por alteraciones como el insomnio, por lo que es necesario respetar los horarios de sueño.
A todo lo anterior sumamos el equilibrio emocional, ya que los estados de estrés, bloqueos o alteración de los estados emocionales también inciden en el correcto funcionamiento del sistema endocrino.